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Calumnia, que algo queda

Poderosas razones deberían de tener un juez de primera instancia y el Fiscal Anticorrupción, y poderosa credibilidad sus fuentes, para movilizar a 300 agentes de los Mossos y entrar a saco en el ayuntamiento y en otros domicilios privados, con el consiguiente escándalo mediático y con graves imputaciones a determinadas personas. Pero después de todo esto, nadie está en la cárcel  a diferencia de otros casos ocurridos en Catalunya y en otros puntos del Estado. Y, por lo que vamos sabiendo, todo indica que, cuando se delimiten responsabilidades penales, todo quedará reducido a un número muy limitado de personas implicadas. Habrá que pedir a la diosa Justicia, que se quite la venda de los ojos y vea cuánto estropicio se hace en su nomre.
Otro tanto hay que decir de los políticos locales de la oposición que, a lo largo de este período de gobierno del alcalde Manuel Bustos, no se han revelado como auténticos adversarios demócratas, sino como enemigos de la persona y de su equipo, a los que hay que destruir a toda costa, no solo políticamente sino también personalmente. Para ello no ha importado método por sucio que sea con tal de llevárselo por delante, sin tener en cuenta que ciertos comportamientos ensucian la política en general en desprestigio de todos. Su conducta es un bumerán que retorna a sus caras con desprestigio de toda la representación política, a la vez que provoca en el ámbito político de la ciudad un profundo distanciamiento, tanto de los políticos como de las militancias. Con tal comportamiento se hace difícil una salida lógica de consenso para la estabilidad de la ciudad.
Estos días hemos leído que un comentrista local planteaba, una vez descabezado el PSC, la posibilidad de un gobierno municipal de consenso de izquierdas como sería lo que correspondería al sentimiento mayoritario expresado en las urnas, es decir, gobierno de consenso con el PSC incluido. Y, al leerlo, nos han  venido a la cabeza alguno de los documentales de la 2,  en que, siguiendo la ley de la selva, el león mata a los cachorros de la leona para luego montar a la hembra mamá, situación bastante cruel, pero lógica, en el instinto animal. Y no menos cruel resulta la conducta de los medios de comunicación. La prensa seria, en casos como este, se tiñe de amarillo, aplicando aquella máxima periodística que dice: “que la verdad no te estropee un buen titular”.
Hemos podido ver cómo todo lo sabido hasta ahora sobre soborno y corrupción apunta hacia una persona que, en esta legislatura, no está ya en el ayuntamiento; pero los medios, con honrosas excepciones, han hecho malabares para intentar salpicar al alcalde y parte de su equipo. Y nos tememos que, cuando llegue el momento de clarificación y queden sobreseídos, no serán tan diligentes en lavar el honor de los liberados de las acusaciones que hoy han echado sobre ellos.
Es aquello de: Calumnia, que algo queda.

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