Sinceramente tengo que decir que a mí los iaioflautas me caen bien. En estos tiempos en que la gente de a pie somos agredidos por los que tienen el poder con tantos recortes y restricciones que se están cargando el estado del bienestar, creo que el hecho de que haya unas personas concienciadas, que protestan por lo que nos están haciendo los mandamases de la economía y de la política, es algo positivo y necesario. Y, además, demuestra que las personas mayores con sus protestas, a diferencia de mucha gente joven que parece insensible y que acepta resignadamente y sin rechistar los abusos que los poderosos aplican, nos están dando un ejemplo de concienciación y valentía social. Pero creo también que todo tiene un límite y que, como gente mayor, no deberían traspasar ciertos límites porque el respeto a las personas e instituciones es imprescindible en una democracia y ellos deberían dar ejemplo. Con lo que hicieron en el último pleno municipal me parece que perjudicaron la buena imagen y la simpatía que muchos tenemos por sus actuaciones y por su sana rebeldía. Sencillamente, creo que se pasaron pues invadir el pleno municipal y usar unos métodos de presión que obligaron a detener el pleno, renunciando a emplear otras vías para hacer llegar sus propuestas a los políticos no es el camino adecuado. No deberían olvidar que para que se les respete, ellos también deben respetar las instituciones y los representantes, sean del color que sean, de los sabadellenses democráticamente elegidos. No estaría de más que se aplicara un poco más de sensatez pues, cuando uno se pasa de la raya, como en este caso, las lógicas y justas reivindicaciones quedan desfiguradas por la forma en que son presentadas. De todas maneras, creo que este patinazo no debería hacernos pensar que las razones de los iaioflautas no tienen justificación, porque la tienen.
