Opinió

La generación del Smartphone

Los llamados Millennials la generación de los que en el año 2000 tenían 18 años o menos, la generación que ya creció con ordenadores portátiles, con internet, con navegadores y con correo electrónico, ya quedó atrás. Una nueva generación ha irrumpido con fuerza y está entrando, con el nuevo año 2018, en la mayoría de edad.

Se trata de la generación que ha crecido usando tableta y que desde la preadolescencia están suscritos a redes sociales a las que principalmente acceden desde sus teléfonos inteligentes. Jean Twenge, una profesora de la San Diego State University los denomina la iGen.

Sí, ya están aquí y no hace falta leer libros o artículos para saber de su presencia, pasean por la calle con su mirada fija en sus pantallas de mano, o sentados sin prestarse atención pendientes de las redes, pasan varias horas al día en las redes sociales, duermen con el móvil al alcance de la mano, a veces entre sábanas y almohadas. Revisar mensajes es lo primero que hacen al despertarse, también lo último al acostarse y no sabrían pasar un sólo día alejados de esos aparatos.

Desde 2012 los estudios observan fuertes cambios en el comportamiento social de los adolescentes. Dichos cambios nos muestran una generación con los siguientes rasgos:

-Sale menos de casa.
-Se encuentra menos con amigos, interactúa menos con la gente.
-Menos propensa a moverse autónomamente (conducir, viajar, etc.).
-Menos propensa a buscar trabajos eventuales para cubrir sus gastos.
-Menos propensa a la actividad sexual (declive de embarazos adolescentes).
-Menos propensa al abuso de alcohol y a la delincuencia.
-Menos horas de sueño (y con más sueño en horas diurnas).
-Más propensa a la angustia y a la soledad.
-Más propensa a conductas asociadas al suicidio.

Todavía es pronto para saber los efectos neurológicos de la sobreexposición a la actividad en red, pero en cuanto a la conducta ya se ha podido establecer correlaciones directas entre el número de horas de exposición a las pantallas y la intensidad de las conductas detalladas. La magnitud de las cifras es alarmante y algunos estudios realizados por instituciones de Estados Unidos, Japón, Australia, etc parecen corroborar la dirección de estos cambios.

Algunos autores como Clement y Milles que documentan que Bill Gates y Steve Jobs restringieron el uso de tecnología a sus hijos cuando eran pequeños, entre 2007 y 2011, ponen de manifiesto el hecho de que muchos padres que trabajan en empresas del Silicon Valley restringen el uso de teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores. Estos padres parecen captar mejor el poder adictivo de estos aparatos que el público en general.

Pero la tecnología está aquí para quedarse y desde una edad bien temprana: «He observado a mi hija que apenas empieza a caminar, deslizándose con confianza a través de un iPad. También he escuchado a mi hija de 6 años pidiendome su propio teléfono móvil y a mi hija de 9 años discutir la última aplicación para triunfar entre sus amigas» observa Jean Twenge.

El reto educativo y parental está ahí presente, el debate sobre el uso de estas tecnologías en el proceso educativo también. Ya han aparecido las primeras estrategias y varias herramientas electrónicas de control parental, sin embargo también será necesario un debate filosófico, social y político. Estas dependencias, cual caballo de Troya, que penetran en los hogares y escuelas a través de los miembros más jóvenes tienen su mirada puesta en toda la sociedad. Si observamos a cierta distancia los rasgos descritos y los generalizáramos, nos describirían una sociedad domesticada, conformista, con un fuerte control social, donde el individuo carece de impulso de autoafirmación y se encuentra aislado e incomunicado, como sonámbulo, ajeno a la realidad circundante y con la atención absorbida por la aceptación social en la red.

¿Es ésta la sociedad que queremos?

*Profesor universitario y pintor

“Bill Gates y Steve Jobs restringieron el uso de tecnología a sus hijos cuando eran pequeños”

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