Sabor heroico. El sufrido triunfo arlequinado de anoche ante un buen Alcoyano tuvo ribetes épicos. Se juntaron diversos factores adversos que obligaron a un descomunal esfuerzo durante la segunda parte, jugando media hora en inferioridad numérica.
Un golazo del joven Víctor Martínez, con una sangre fría impresionante, evitó que se alargara la agonía de un encuentro de máxima intensidad. Un primer tiempo de absoluto equilibrio lo rompió una acción de estrategia perfectamente ejecutada y tras el descanso tocó atarse los machos y defender bravamente ante el asedio del conjunto alicantino que conoció su primera derrota foránea en la Creu Alta.
Para el Sabadell esta segunda victoria consecutiva le permite confirmar su salto en la tabla. Ya es quinto en solitario y recorta a dos puntos la distancia con la zona de playoff. Para ilusionar a una afición que ayer—la presentación del F. Base propició la mejor entrada—se volcó en los momentos difíciles, que los hubo. Y acabó feliz. Sobretodo por la monumental entrega de los jugadores.
Finalmente Óscar Rubio superó la prueba y fue de la partida. En cambio, Pedro Capó quedó fuera. Toni Seligrat volvió a sorprender con un dibujo táctico inhabitual, una especie de 4-4-2 con Josu Ozkoidi y Migue García por bandas y más por dentro Felipe Sanchón y Gai Assulin. El Alcoyano de Galiana respondió con el planteamiento de tres centrales y dos carrileros que tan buen resultado le ha dado últimamente.
Sin embargo, pronto se rompió el esquema del técnico arlequinado con la espectacular brecha sufrida en la cabeza por Josu en un lance fortuito. Entró en su lugar Víctor, en principio para situarse en la misma posición.
El primer tiempo fue de máximo respeto y absoluto equilibrio. Tuvo mayor posesión el Alcoyano, combinando bien hasta tres cuartos donde se diluía todo. Al Sabadell también le faltaba fluidez. Se imponía el orden y disciplina por encima de todo.
Un remate de cabeza fuera del exarlequinado Gato en el minuto 25 sería la mayor amenaza visitante. En cambio, la respuesta arlequinada fue mucho más contundente y efectiva. Sacó petróleo el Sabadell de una acción a balón parado que culminó con oportunismo tras la perfecta sintonía Felipe-Pol Moreno.
Para entonces ya no estaba sobre el campo Gai Assulin, sustituido en el m. 38 por Guillemenot. Muchos pensaron que fue por obligación tras recibir un golpe en el rostro, pero el propio Seligrat aclaró después razones técnicas. No le gustaba su actitud.
Desde el arranque de esta segunda mitad se vio un Alcoyano claramente volcado obligando a un paso atrás arlequinado. 
Trápaga suplió al lesionado Óscar Rubio (puede ser algo de rodilla) y el último gran contratiempo fue la absurda autoexpulsión de Guillemenot, que vio dos amarillas en apenas 3 minutos en dos saltos con Mario Fuentes. Se repitió la historia de Santa Eulàlia.
Con 10 y media hora larga por delante. Obligaba a un esfuerzo descomunal. Se fajaron como gladiadores los hombres de Seligrat y acompañó también la fortuna en algunos remates alicantinos desviados además de un par de grandes intervenciones del meta Roberto en su mejor actuación.
Todo sirvió para resistir y al final llegó el éxtasis con el jugadón de Felipe y el golazo del joven Víctor en plena consagración. Un detalle de calidad en medio de tanto esfuerzo y sufrimiento.
FICHA TÉCNICA
Sabadell: Roberto; Óscar Rubio (Trápaga, m. 54), Migue, Aleix Coch, Dani Gómez, Pol Moreno, Josu (Víctor, m. 14), Angel Martínez, Gai Assulin (Guillemenot, m. 38), Felipe Sanchón y Migue García.
Alcoyano: Bañuz; Barreda, Mario Fuentes, Pau Bosch, Galas, Navarro (Roberto, m. 74), Álvaro García, Javi Ribelles (López Silva, m. 46), Lado (José García, m. 46), Kilian Morante y Gato.
Árbitro: Alexander González González, Comité tinerfeño. Amarillas: Mario Fuentes, Javi Ribelles, Lado. Roja: Guillemenot (m. 60) por doble amonestación.
Goles: 1-0, minuto 40: Migue García. 2-0, minuto 85: Víctor.
Creu Alta: 3.856 espectadores.
