Pintura, bailes, apoyo escolar, juegos, excursionismo y música pueden tener cabida en único punto. Es lo que ocurre en el local que acaba de estrenar El Grup de Polinyà, que ha transformado el antiguo ambulatorio en una de sus sedes, gracias a la cesión del Ayuntamiento. Con 400 metros cuadrados de espacio y un programa de actividades inacabables, la entidad pretende iniciar aquí una nueva etapa. La popular entidad mueve anualmente a unos 550 niños y jóvenes, y ya prepara con entusiasmo el Casal de Nadal y las representaciones del pesebre viviente.