Tras caer en quiebra, la gestión del Club de Golf La Mola ha pasado a ser asumida por la administración municipal.
El complejo deportivo empezó a funcionar en 1995 ocupando unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento por un periodo de 50 años. Ahora, sin los abonados suficientes como para realizar el mantenimiento, las instalaciones pasan a manos municipales previa indemnización de 250 mil euros a los antiguos gestores por las inversiones realizadas. El cambio en la dirección se aprobó en la sesión plenaria de noviembre con únicamente los votos favorables del equipo de gobierno de CiU.