Arxiu

Injusto cierre de la Rotisseria Montserrat

En la calle Leonardo da Vinci 33 de Sabadell acontecen los siguientes hechos:
Hace seis meses, Antonio y Montse, dos personas trabajadoras, emprenden la arriesgada aventura de poner en marcha un negocio, Rotisseria Montserrat, apostando todo su capital, endeudándose y volcándose con ilusión en el proyecto. Arriesgado porque, en el momento actual de crisis, invertir todo tu dinero y esfuerzo en emprender un negocio y apostar por la creación de empleo es cuanto meno admirable.
Pero no fue el monstruo de la crisis el responsable que pondría fin a su ilusión, ya que  el negocio ahora funcionaba exitosamente, sino el Ayuntamiento de Sabadell, mediante una resolución de cese de la actividad, consecuencia de una denuncia por parte de algún vecino, que alegaba problemas de olores.
Cabe remarcar que inicialmente el Ayuntamiento concedió y cobró todos los permisos pertinentes y permitió el inicio de la actividad mientras se resolvía la licencia de actividad que tardaba algunos meses, considerando el local como apto para el fin solicitado.
El problema estriba en que se requiere alzar el tubo de salida de humos comunitario algún metro por encima de lo actual, como están en casi todos los locales de este tipo y restaurantes, pero los vecinos de la comunidad les niegan la entrada y no dan autorización para subsanarlo. Estos vecinos, que se encargan habitualmente de los problemas comunitarios, han influido en la decisión del resto para impedir el apoyo suficiente requerido para la solución del problema. Algo incomprensible, dado que éstos debieran tener más conciencia social ya que están vinculados políticamente  a partidos políticos municipales llamados de izquierdas y progresistas, y lejos de llegar a un entendimiento han aunado esfuerzos en emprender una lucha particular contra estas dos personas, impidiéndoles que hagan dicha modificación aunque, desde el primer momento, Montse y Antonio han estado dispuestos a solventar el problema, así como a hacerse cargo de todos los gastos derivados, y ya han agotado la vía del diálogo.
Más incomprensibleresulta todavía que, después de intentar dialogar con dichos vecinos, e intentar buscar su comprensión, teniendo en cuenta que estas personas son padres de familia con dos hijas menores a su cargo, el único argumento que utilizan es el de “no vamos a permitir ni bares ni rotisserias en nuestra comunidad”, algo contrario a los estatutos comunitarios, que no discriminan entre una actividad u otra para la utilización de sus locales.
El resultado es que, desde el pasado 31 de marzo, la actividad ha cesado, obligados por la resolución administrativa del Ayuntamiento, que sólo argumenta que sin el acuerdo de los vecinos no hay nada que hacer, dejando desamparada a esta familia, y ni siquiera está abierto a estudiar diferentes alternativas que existen, como es la utilización de filtros de carbono, que eliminarían por completo el problema de los olores.
Se ha empezado una campaña de recogida de firmas contra esta injusticia, en el mismo local, que ya ronda las 500 firmas de apoyo.

Comentaris
To Top