Las ‘agencias de calificación’ de las economías capitalistas tienen un gran papel en el desarrollo de la economía del miedo que atenaza el desarrollo de las relaciones sociales. Ha sido investigada su relación con el código penal, sin que se haya podido demostrar nada importante. Forman parte del mismo sistema de explotación del hombre por el hombre.
El camino para salir de esta situación crítica no está en crear más miedo, más paro, más miseria, sino en crear en las personas más confianza en sí mismas, en su futuro, y aprender a distanciarse de aquellas políticas que han traído la miseria. Las estrategias de cooperación entre entre capital y trabajo son los pasos para salir del túnel.
La cooperación como estrategia política requiere confianza en las personas. Pero un gobierno que utiliza la amnistía fiscal para premiar a aquellos que han jugado con los intereses públicos, que únicamente promociona las políticas de recortes, que no es capaz de generar confianza, está mostrando su incapacidad para crear un sistema social de confianza en los ciudadanos y en las instituciones. Además de las medidas administrativas se necesita el respeto a los ciudadanos. Después de la promulgación de una Constitución de compromiso, todo se ha desarrollado demasiado rápido, sin reorientar flecos que han mostrado su anquilosamiento. Necesitamos ser más cooperativos para sobrevivir.
