A un chaval en un examen de matemáticas se le olvida un número y se le ha caído el pelo. Al banco matriz de Bankia, BFA, se le olvidó un 3 a la hora de declarar las pérdidas y resulta que de 300 millones se han convertido en 3.300 y no ha pasado nada. Una minucia. Un olvido lo tiene cualquiera y ya vendrán los contribuyentes y pondrán el dinero. Han pasado cinco meses y al Gobierno se le ha olvidado toda su doctrina sobre la regeneración democrática y la transparencia, y si antes pedían comisiones de investigación para todo, ahora se niegan a todas y en especial a la de Bankia, de tal forma que los ciudadanos se ven obligados a callar, a pagar y nadie les dice por qué.
