Quizá el mayor acontecimiento deportivo mundial sean los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tanto por el número de países que concurren como por el de deportistas que compiten en un gran elenco de especialidades. La gloria deportiva sonreirá a muy pocos y la gran mayoría hará suyo el lema de que lo importante es participar. Es un premio de consolación, pero el éxito de unos pocos requiere el concurso de muchos.
Los vientos de crisis que se proyectan sobre casi todo el planeta pueden rebajar algunos grados el impacto social de las competiciones. El espectáculo deportivo logrará audiencias muy elevadas, pero la mente de la mayoría, incluso la de los que están en vacaciones, está en la onda de la preocupación por el temporal que nos azota.
Como casi siempre, los grandes países del mundo serán los protagonistas estelares. Y China, que celebró con éxito deportivo y organizativo, la cita de Pekín 2008, ratificará su eclosión en el concierto mundial, su inclusión en el grupo de grandes potencias. El G-8, los países de primera división, exhiben su jerarquía deportiva, una emanación de la económica, el resultado de los recursos invertidos en la promoción de los valores deportivos. Los grandes siempre ganan, aunque vayan variando los actores del reparto.
Sabadell puede presumir de contar con una gran representación, especialmente en natación y waterpolo. Es posible que sea una de las ciudades del mundo con más olímpicos, mérito en gran parte atribuible a la labor del Club Natació Sabadell. Pero conviene no sacar pecho, que luego nos califican de jactanciosos y pueblerinos.
