Los jóvenes que ya henos cumplido los cincuenta años, recordamos nuestros años en el colegio; los que no son tan jóvenes como nosotros, también recuerdan su estancia en los mismos. Yo pertenezco a la generación del baby boom. En mi aula del colegió éramos más de 60 alumnos, entonces no existía la informática, ni los móviles ni calculadoras, el profesor era el único que disponía de alta tecnología, un pedazo de tiza y una regla.
Los hombres y mujeres de mi generación han sido y siguen siendo capaces de fabricar, curar, navegar y muchas más actividades, y no te digo los de las generaciones pasadas, que nos dejaron en herencia carreteras, puentes, casas y una forma de educarnos a nosotros.
Estamos en el siglo XXI, con un presupuesto de unos seis mil euros por alumno al año, ahora corean, protestan y exigen diciendo que no les llega, que hay que aumentar el presupuesto en educación, encima los padres de los chavales se lo creen, cuando ellos han sido educados con menos de la mitad de ese presupuesto.
