El primer pleno del año 2013 se centró, nuevamente, en las consecuencias del caso Mercurio y en el «incumplimiento» de la moción que toda la oposición presentó hace un mes en la que reclamaban la dimisión del alcalde, de todos los electos y de los trabajadores municipales imputados. La sesión fue atípica, pues no se discutió ninguno de los puntos del orden del día previstos, excepto la moción que proponía la reprobación del alcalde, Manuel Bustos, y del alcalde accidental, Juan Carlos Sánchez. Éste último dejó sobre la mesa 16 puntos tras explicitar el conjunto de la oposición, pocos minutos antes del pleno, que votarían en contra de todo «por la actitud del PSC».
Sobre la reprobación, los grupos de la oposición criticaron de manera unitaria que el PSC no haya cumplido la moción «que se aprobó por mayoría» sobre las dimisiones de los imputados en el caso Mercurio y aseguraron que la nueva propuesta se debe a la pérdida de confianza en los miembros del gobierno. CiU, PP, ES, ICV y EUiA opinan que la única salida a esta situación es que los implicados dejen sus «sillones» para que todo vuelva a la normalidad.
Tanto gobierno como oposición se acusaron mutuamente de bloquear la gobernabilidad de la ciudad. El portavoz del gobierno, Ramon Burgués, apuntó que se debe separar la acción judicial del normal funcionamiento de la institución y acusó a la oposición de no respetar la presunción de inocencia. Por su parte, la oposición insistió en que entienden que el gobierno municipal lo debe ejercer el PSC «pues fue el partido más votado en las últimas elecciones, pero haciendo una limpieza previa». Anunciaron que si no se hace así continuarán votando en contra de cualquier propuesta del gobierno.
