«En el peor año de la crisis, CaixaBank ha cerrado un ejercicio razonablemente bueno», manifestó ayer el presidente de la entidad, Isidre Fainé, en la presentación de resultados del 2012. CaixaBank, el 8º banco de Europa, obtuvo un beneficio neto atribuido de 230 millones de euros, un 78,2% menos que en el 2011, después de destinar 10.299 millones a dotaciones y saneamientos, frente a los 2.557 millones del ejercicio anterior. CaixaBank reforzó su liderazgo como primera entidad financiera española, con 13 millones de clientes, después de integrar Banca Cívica, operación enmarcada en la reestructuración del sector financiero (también ha acordado la compra del Banco de Valencia).
