Tal como estaba cantado, el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) adjudicó el Banco Gallego a Banc Sabadell, aunque todavía deben formalizarse las condiciones de la operación. Cuestión de riesgos y garantías. En tono un tanto críptico se ha dicho que la operación se efectuará a un precio adecuado y, a pesar de los flecos por resolver, los técnicos entienden que la oferta del BS es la “más adecuada”. Con esta nueva adquisición el Sabadell reafirma su imagen de tiburón o de banco escoba a la par que potencia su carácter consolidador con innegable capacidad para integrar culturas y equipos.
Desde el inicio del cambio de ciclo, en el año 2007, la entidad local ha dado un gran salto adelante que le ha llevado a multiplicar dos veces y media las principales magnitudes de balance hasta sentar sus reales como una de los grandes del sector. Ha comprado antiguas cajas y bancos regionales y los ha ido incorporando con su saber hacer y su estilo propio.
La futura incorporación de la filial bancaria de NovocaixaGalicia, el Banco Gallego, le servirá de plataforma de crecimiento en un área que está viendo cómo desaparecen sus entidades financieras más señeras, las Cajas y el Banco Pastor, absorbido por el Popular. Sin embargo, no hay que olvidar que el mercado no siempre premia la vocación de crecer; lo que antes se valoraba como una oportunidad para la expansión del negocio ahora acostumbra a valorarse como un aumento de riesgos.
Y, finalmente, una clave de marketing. Si el Sabadell quiere expandirse en Sudamérica, dispone de una marca de primera: llamarse Banco Gallego es allí como llamarse Banco de España.
