En febrero tuve una caída en la calle y fui asistido por el SEM. El diagnóstico del personal sanitario indicaba posible distensión de ligamentos. Me llevaron al hospital Taulí, donde sólo se me realizó una radiografía, se me diagnosticó “Contusió ge-noll” y se me recomendó reposo.A las pocas horas, la rodilla se fue hinchando por lo que el lunes fui al médico de cabecera, que me dio la baja y me derivó al traumatólogo, con una espera de 15 días. El especialista me diagnosticó un esguince de ligamento lateral y me dijo que siguiera de reposo.
Debido a que en 2012 la Mutua me intervino por una rotura de menisco interno, producida por un accidente de trabajo, y a mi condición de baja laboral, ésta me citó. Se me realizó una resonancia para poder comprobar el grado de la lesión que diagnosticó el traumatólogo de la Seguridad Social. Con esta prueba, la Mutua emitió un diagnóstico: “Rotura completa aguda del ligamento cruzado anterior en su inserción proximal que asocia contusiones óseas secundarias a nivel fémorotibial. Lesión grado I del LLI. Derrame articular..”
Ante este resultado, el especialista de la Mutua me dijo que se tenía que operar, pero en la Seguridad Social ya que la lesión no estaba relacionada con la intervención que había realizado un año antes. Les facilitó la resonancia y me indicaron que, si así lo deseaba, podía volver a trabajar provisionalmente a fin de no perjudicar a la empresa, siempre que se me facilitara el transporte al puesto de trabajo y que me comprara la férula que actualmente llevo puesta para que la lesión no fuera a más.
En la siguiente visita al traumatólogo de la Seguridad Social, al cabo de un mes, me preguntó quién me había realizado la resonancia y puesto la férula, me dijo que hiciera recuperación y que, en la siguiente visita, ya plantearía operar. Según el fisioterapeuta, no tenía mucho sentido hacerla debido a la lesión, ya que era necesario la intervención y luego recuperación; pero aun así la realicé por prescripción facultativa.
En la última visita con el traumatólogo, el 12 junio, me indicó que debían hacer otra resonancia para decidir si debía intervenir quirúrgicamente. Adicionalmente, me espetó que si ya estaba en condiciones de trabajo, la lesión no debería ser tan grave por lo que dio permiso para conducir y hacer vida normal llevando la férula puesta y si hiciera falta ayudarme de la muleta. A día de hoy, no he tenido noticia alguna de la fecha de la resonancia.
Así que, hace ya más de cuatro meses, tengo que moverme con una muleta y una férula que me sujeta toda la pierna y, para poder ir a mi trabajo en Terrassa.
Lo que me gustaría saber es qué tengo que hacer para que la Seguridad Social, que confirmó ese diagnóstico, y que me impide hacer vida normal y me pone en riesgo a diario al conducir en este estado, se decida a operarme. Además estoy poniendo en riesgo mi puesto de trabajo, algo que, como sabe, no abunda hoy en día.
