Opinió

El Psoe entre el cambio y el neoliberalismo

La situación política, después de las elecciones generales, es bastante movida. Algo se mueve en el PSOE y no es solo por disputas internas del partido, es algo más profundo, ligado a la formación del próximo gobierno y a los compromisos que el candidato del PSOE,  Pedro Sánchez,  asumió con su electorado.

Me sorprende que se pretenda condicionar al secretario General del PSOE, para que el diálogo con Podemos esté condicionado a la renuncia de  realizar un referéndum en Cataluña. Este planteamiento de Susana Díaz y de otros dirigentes autonómicos del PSOE no tiene ninguna lógica. Relacionar referéndum  con derecho a la  autodeterminación, o al rompimiento de España, expresa un españolismo rancio. Lo que hay detrás solo se puede entender en clave de apoyar o no a una alternativa política diferente a la del PP y abrir una nueva etapa política y social. El PSOE y su candidato se han comprometido al cambio con un compromiso de recuperar los derechos sociales y laborales, arrebatados por la derecha. Esto es inviable con un gobierno tripartito PP, PSOE y Ciudadanos como propone el PP. Este es  el debate que hay detrás de esta campaña felipista, que apoya la propuesta de un obierno de concentración presidido por Rajoy  para mantener y continuar sus políticas de austeridad y recortes impuesta por la Troyka.

El bipartidismo ha pagado el precio de las políticas llevadas a cabo por ambos partidos. Un sector del electorado ha castigado a los partidos responsables de dichas políticas. Los resultados electorales del 20-D  ponen en cuestión la alternancia. El mayor desgate lo tiene el PSOE, pues sus votantes son los que más padecen las consecuencias de las políticas de austeridad. Lamentablemente el PP sigue teniendo un respaldo importante, más de 7 millones de votantes, incluso bastantes de clase populares y trabajadoras.

El debate y las discrepancias en el PSOE son si los poderes económicos y financieros de este país, agrupados en el Ibex-35, siguen considerando al PSOE  como hasta ahora, parte del  bipartidismo, que viene del pacto del 78, protagonizado por Felipe González, que es quien mueve en el PSOE los  hilos de los sectores más neoliberales, que representa Susana Díaz en Andalucía, y por ello lo primero que hizo fue  romper el pacto de gobierno con IU.

Se han terminado los tiempos donde el capital convivía con el estado del bienestar, ya no hay temor en Europa a procesos revolucionarios, como existía después de la segunda guerra mundial al desaparecer  la Unión Soviética, que ponía en peligro sus intereses. Los privilegios que hasta ahora han tenido los líderes del PSOE, con las puertas giratorias, apoyo y financiación empresarial, respaldo mediático, etc, puede estar en riesgo, si el PSOE mantiene su carácter socialdemócrata. La política aplicada por la Troika, es neoliberal: ir desmantelando el estado de bienestar. La aplicó Zapatero de forma suave y el PP con el apoyo CiU, en plan salvaje, lo que ha cauado el sufrimiento de millones de personas, en desempleo y desahuciados de sus viviendas.

Este proceso ocurre en toda Europa. Hay dos ejemplos: Grecia y Portugal.  Ambos contrapuestos: el griego, lamentablemente con un gobierno entregado a los dictados de la Troika, que ha traicionado a sus votantes y su base social, y el Portugués, un partido socialita, gobernando con el apoyo de los comunistas portugueses y la nueva formación de izquierda, con un compromiso de cambio, de romper con la etapa anterior y reponer derechos. Este es el camino: agrupar la izquierda y las fuerzas que estén por el cambio, y recuperar los derechos arrebatado por la derecha.

La situación creada por los resultados de estas elecciones no solo ha dejado tocado al bipartidismo, que ha pasado del 80 % de apoyo al 50%, sino que el apoyo que tenían, los partidos nacionalistas, CiU, PNV y CC,  queda de momento al margen. Veremos con el tiempo qué pasa. Actualmente Convergencia Democrática, como parte del proceso  independentista en Cataluña, no puede dar apoyo al PP. Los partidos nacionalistas apoyaron el bipartidismo, pero la nueva realidad no los hace imprescindibles y las nuevas formaciones  políticas, en especial Ciudadanos, son el nuevo instrumento creado para asegurar las mayorías parlamentarias, con el apoyo de la elite política y financiera. Los poderes económicos pretenden asegurar con sus instrumentos mediáticos que nada cambie. Esta es razón de la crisis interna del PSOE, y los ataques a su secretario general, comprometido con el cambio.

La política de alianzas y confluencia es la clave. Pedro Sánchez mantiene sus compromisos, su visita a Portugal va en esa dirección. Tengo la esperanza que los cumplirá. El PSOE tiene una oportunidad para volver a ser referente en la izquierda trabajando por una alianza, que lleve al país a un cambio de rumbo, gobernando para la mayoría social, las clases populares.

“El PSOE tiene una oportunidad para volver a ser referente en la izquierda trabajando por una alianza, que lleve al país a un cambio de rumbo”

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