Opinió

Museos, consejeros y ceses

Sabadell es una ciudad donde la cultura tiene una presencia visible. A pesar de deficiencias y dificultades, tiene instituciones, instalaciones y actividades que la hacen estar viva tanto en la ciudad como conocida fuera.

Tal vez en el aspecto musical, Amics de l’Òpera, Juventuts Musicals, Zarzuela, multitud de corales y de festivales populares, sean las más destacadas, pero el teatro, la danza, pintura, literatura, y otras sensibilidades artísticas tienen una presencia de calidad y popularidad.
Me voy a referir a sus instalaciones museísticas y a su organización.

Tenemos tres museos públicos, dependientes de nuestro Ajuntament: Museu de Història, Museu d’Art y el Arxiu Històric, que completa el grupo con sus documentos que testifican nuestra historia. Los tres forman el Organime Autònom local Museus i Arxiu Històric (OAMA), que está dirigido por un Consell Rector, compuesto por su presidente/a, normalmente el regidor/a de Cultura, un representante de cada partido político presente en el Consistorio y los directores de los museos, así como los representantes, aquellas personas o entidades que la Conselleria de Cultura del Ajuntament nombra libremente por creer que pueden aportar sus conocimientos. En las reuniones del Consell Rector es donde se plantea y discute la labor de estos tres museos públicos. Tenemos el Tèxtil Llaner, pero está en discusion.

Esa es la estructura que rige esta entidad municipal OAMA. Y el Ayuntamiento, en cada momento, puede revisar su funcionamiento y modificarlo libremente por ser entidades públicas-

El nuevo equipo de gobierno municipal lo ha heredado con esa estructura y personalmente creo que tenía la obligación, y así lo ha ha hecho, de analizar su composición y funcionaminto y plantearse, si lo creía conveniente, reforzarlo para dar más presencia, si es posible, a las actividades que lleva a cabo en la ciudad.

Y así parece que lo ha hecho, y tengo información de que ha aumentado la representación de alguna entidad más de ls que componen muestro tejido social. En la actualdad son ya ocho asociaciones las que envían sus representantes. Normalmente el Ayuntamiento comunica a la entidad escogida su nombramiento, y ésta, según su criterio, envía a las reuniones a quien cree más conveniente, que no es siempre la misma la que acude a las reuniones. Hasta ahí, todo bien.

Durante las anteriores legislaturas municipales, el Ayuntamiento, dentro de esa estructura de la composición del Consell Rector, había nombrado también como consellers representantes de la ciudad a Oriol Civil y a mí mismo, Simón Saura. Tal vez más que por méritos propios, al menos en mi caso, supongo que era debido a la vinculación que, desde el lejano año 1980, habíamos tenido con la cultura y los museos públicos, y su estructura funcional. Como todos los demás consellers.

Oriol Civil, como regidor de Cultura del primer ayuntamiento democrático, se encontró con la práctica paralización de estas instalaciones museísticas, reorganizando su dirección,  impulsó edificios que los albergan en la actualidad y les dió presencia en la ciudad, e incluso después ha continuado siempre unido a sus actividades.

En mi caso, cuya relación con los museos viene ya de cuando en el Museu d’Història estaba el señor Rafael Subirana y la señora Viñas, participé después en aquellos años primeros de la democracia en la elaboración de los reglamentos y normas, y nunca perdí esta relación. El envío de documentos al Arxiu Històric lo he mantenido activo. Y recuerdo incluso la campana de bronce de la empresa Jenny Turull, S. A. que salió de mi domicilio para pasar a ser testimonio público (Diari de Sabadell 26/06/1985).  Tal vez por esas relaciones continuas y sostenidas fuimos nombrados por el Consistorio Oriol Civil y yo como miembros del Consell.

El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento ha creído que no era necesaria nuestra colaboración y nos ha cesado a los dos. Correcto. Pero lo que no considero tan correcto es que no nos hayan comunicado nada respecto a ese cese. Supe que se reunía el Consell y, al manifestar que no había recibido la convocatoria, me dijeron que ya no era miembro del mismo, que estaba cesado, (despedido).

Si éramos nombrados por el Ayuntamiento, creo que un mínimo de cortesía, y no diría de obligacion, era comunicarnos que no continuábamos. No digo más comentarios, como se dice “gracias por los servicios prestados”, pero sí al menos comunicarnlos que éramos cesados. Tengo el acta de la primera reunión con la nueva estructura, y ni siquiera se menciona ese cese ni esa reorganización. Incomprensible.

Las formas también son cultura.

:”Pero lo que no considero tan correcto es que no nos hayan comunicado nada respecto a nuestro cese como Consellers”

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