La procesión de Viernes Santo de Can Puiggener, que recuerda la muerte de Jesús, llega a su 56 edición con «cambios y acomodaciones, siguiendo las corrientes pero manteniendo con la ayuda del barrio, otras entidades y del propio Ayuntamiento el mismo espíritu inicial de agrupar a todos los asistentes en una misma jornada cultural, festiva y de entroncado sentimiento espiritual». De esta forma se refiere Francesc Amador, responsable de la Hermandad de la Semana Santa de Can Puiggener y costalero de la Cofradía del Cristo del Amor -una de las que participan- al acontecimiento de este año. Uno de los cambios más importantes será la ausencia de militares. Amador les ha solicitado personalmente que no participen como venían haciendo. «He pasado vergüenza» reconoce en alusión a la llamada que tuvo que hacer después de que las cinco cofradías votasen a favor de aceptar la ayuda económica municipal a cambio de prescindir de la participación militar.
