Responder a las necesidades de la ciudadanía es el motivo sobre el que se sustenta la reorganización de la Policía Municipal, según el alcalde, Juli Fernàndez. La reestructuración, no exenta de polémica, comportará un aumento de los efectivos diurnos en detrimento del servicio de noche.
Después de analizar la estructura policial «hemos visto que tenemos una sobrecapacidad instalada en el turno de noche», explica el intendente mayor de la Policía Municipal. Joan Antoni Quesada, que se incorporó a la policía el pasado mes de mayo, sostiene que el turno de noche sólo concentra el 20 por ciento de todas las actividades policiales. Y de este porcentaje entre un 5 y un 8 por ciento de estas intervenciones se corresponden con delitos, el resto se deben a problemas de incivismo, de ruido (16,8 por ciento), robo en el interior de coches (13 por ciento) o convivencia u otras actuaciones que no están relacionadas con problemas de seguridad. Por esta razón, «no puedes tener dimensionado un turno de manera superior a los incidentes que se abordan», argumenta Quesada.
