El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, decretó ayer prisión incondicional para siete de los 11 detenidos en la operación contra el yihadismo que se desarrolló el pasado miércoles en Catalunya. Esta célula radical, cuyo supuesto líder, Antonio Saez Martínez, alias ‘Alí el peluquero’, fue detenido en la calle Plini el Vell de Can Rull, planeaba secuestrar a una persona, vestirla con un mono naranja y degollarla ante una cámara para demostrar que se puede hacer la yihad también en Barcelona. Además contemplaba efectuar atentados en edificios policiales (entre ellos el Complex Central Egara de los Mossos en Sabadell) o el Parlament. También manejaban la posibilidad de secuestrar a un director de un banco para conseguir dinero para su causa.
Las informaciones de la Fiscalía de la Audiencia Nacional que trascendieron ayer revelaban el grado de locura que se había apoderado de los 11 detenidos: dos de ellos de Sabadell y uno de Sant Quirze.
La misma fuente apunta que entre los objetivos marcados por el grupo estaba el secuestro de una directora de una sucursal de Banc Sabadell, para obtener un rescate.
También planeaban «atacar a los peces gordos», según las palabras de los terroristas, en relación a miembros del Govern de Catalunya.
Alí ‘el peluquero’ proponía para ello utilizar una furgoneta donde fueran todos camuflados y con armas largas y granadas de mano para matar a parlamentarios. El grupo se hacía llamar ‘Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad’ y tenía como principal finalidad el adoctrinamiento y envío de yihadistas a Siria e Irak, pero había comenzado a gestar la comisión de atentados en Barcelona.
Alí ‘el peluquero’, detenido en un piso de la calle Plini el Vell de Can Rull, ya había hecho vigilancia de edificios y fotos del Parlament, de la comisaría general de los Mossos en Sabadell y Barcelona y del hotel Plaza en Barcelona.
