Lo que se veía venir acabó explotando. La débil situación económica del Centre d’Esports desembocó en las últimas horas en el reconocimiento por parte del club de su imposibilidad de afrontar la nómina del mes de marzo tanto para los jugadores como empleados. Y lo que es más preocupante, tampoco se observan
visos de que pueda mejorar a corto plazo salvo que se produzca la venta del club, única salida apuntada desde la marcha del japonés Sakamoto. El actual máximo accionista, la empresa de obra civil Viacron de Binéfar, no parece dispuesto a aportar más liquidez a las depauperadas arcas sabadellenses, lo cual complica enormemente el cumplimiento económico de lo que resta de temporada. La decisión del Consejo de cumplir a rajatabla con los plazos pactados con la Administración pese al descenso de categoría y la pérdida de ingresos por televisión han mermado el día a día del club hasta dejarlo prácticamente a cero. Ahora las dos únicas alternativas son la venta del club a algún grupo inversor (han existido negociaciones con varios aunque sin resultado) o el concurso de acreedores, última opción que se plantean los actuales rectores de la entidad. Por otra parte, algunos rumores hablan del posible interés del grupo inversor chino Bo Yang Investment, patrocinador de la camiseta arlequinada, para la compra del Lleida, rival directo del Sabadell y también sumido en graves problemas económicos desde hace meses. Algunas fuentes hablan de una oferta de Bo Yang al Centre d’Esports en la reciente visita a nuestra ciudad por la compra de la mayoría de acciones que no satisfizo al actual propietario. Tocará esperar acontecimientos mientras el equipo prepara su primera visita oficial al feudo del Llosetense mallorquín.
