Guillermo Romo, técnico arlequinado durante la segunda vuelta de la pasada temporada, se despidió de la afición sabadellense a través de una emotiva carta que reproducimos íntegramente. Su salida ha quedado envuelta en la polémica y podría acabar en los juzgados. El entrenador madrileño, dolido por la falta de transparencia del club, mantiene que firmó el contrato de renovación. Entiende que los nuevos propietarios tengan otras ideas y personas para dirigir la parcela deportiva, pero lamenta las formas y la nula comunicación para explicarle esta nueva situación. De momento, se marcha a Madrid aunque el tema puede traer cola.
