La justificada alarma social ante la proliferación del mosquito tigre ha tenido su parte más positiva en la labor de los ciudadanos como observadores del medio. Una primavera lluviosa y un inicio del verano más que suave favorecieron la aparición de una pequeña balsa natural al inicio de la avenida Canaletes.
Numerosos vecinos alertaron a los servicios de la concejalía de Medi Ambient para evitar que los mosquitos encontrasen en la charca un vivero perfecto. Tras diversas inspecciones de los técnicos municipales se ha podido constata que «la balsa está perfectamente naturalizada y que se ha formado un pequeño ecosistema equilibrado y controlado» desde la administración local. En ese sentido, el aumento de las temperaturas de los últimos días también está acompañado de inspecciones periódicas.
