Sin querer, los trabajadores de Panrico de Santa Perpètua están haciendo historia. Se han cumplido ya seis meses y 18 días de la huelga indefinida contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la compañía, que contempla el despido de 745 empleados, drásticas reducciones salariales y que se ceba especialmente con el personal de la fábrica vallesana. «Nos han querido castigar», ha afirmado el comité. El ERE afecta e3n la fábrica vallesana a un total de 234 empleados de los 351, y en diciembre fueron despedidos 38, a los que se sumarán otros 150 antes de verano. En esta próxima celebración del Primero de Mayo, podría decirse que el personal de Panrico se ha convertido para muchos en la punta de lanza y baluarte de la histórica lucha obrera en defensa de las dignas condiciones laborales de los trabajadores.
