Aunque pueda parecer exagerado, el choque de este sábado (20h.) ante el Mirandés en la Creu Alta tiene sabor a ‘final’. Son tres puntos trascendentales. Se trata de huir de la quema o meterse en serios problemas. Hace justo 11 meses llegaba el conjunto burgalés al Estadi coincidiendo con el ‘estreno’ de Miquel Olmo en el banquillo arlequinado, todavía como ‘interino’. La situación era delicadísima y el Sabadell respondió bien. «El actual no es un momento tan crítico, pero existen paralelismos», admitía ayer Olmo, quien se atrevió a vaticinar el partido como un «ellos o nosotros». Se le veía responsabilizado al técnico egarense. Incluso algo tenso y menos locuaz que otras veces. Sabe que hay mucho en juego. Tanto que también firmaría «jugar un mal partido y ganar. No es nuestro estilo ni el camino, pero dadas las circunstancias ahora lo importante es sumar los tres puntos». La goleada copera ante el Sevilla dijo estar superada. «Al momento fue un golpe duro, pero anímicamente nos hemos recuperado con rapidez. Sabemos que nuestra ‘guerra’ es la Liga y jugamos en casa. Hay que ganar. Estamos con muchas ganas de volver a competir y devolver la sonrisa a la afición que siempre está con nosotros. La mejor manera es ofrecerle la victoria». Hidalgo, la novedad Con todos los disponibles. Olmo citó a 20 jugadores, entre ellos el capitán Antonio Hidalgo y los tres del filial que jugaron ante el Sevilla, Agus, Yeray y Ernest Forgas. No llegó a tiempo Cristian, quien podría reaparecer en Lugo. Rearmar el equipo y, sobretodo, fortalecer el centro del campo es el reto. Se intuye el tridente Hidalgo-Eguaras-Javi Hervás de salida. «Es obvio que tenemos lesiones de hombres de peso en esa zona y estamos buscando un equilibrio y consistencia que no hemos logrado aún». Por otra parte arriba incluso surge la duda entre Juanto y Ernest.
