Pasión y esfuerzo. Son dos de las premisas que Juan Carlos Mandiá citó como básicas en su presentación como nuevo técnico, el tercero de la temporada, del Centre d’Esports Sabadell. Repitió en varias ocasiones que significa “un honor” dirigir a un club como el Sabadell e incluso desveló que le habían sorprendido los mensajes recibidos para felicitarle. “La situación es muy difícil y lo primero es analizar el porqué para buscar soluciones. Necesitamos que todo se haga con pasión y mucho esfuerzo y el equipo también necesitará toda la fuerza del entorno. Que los jugadores se sientan arropados y a la vez exigidos”, subrayó en un tono de tranquilidad, fruto de su notable experiencia en los banquillos de Segunda A, “categoría que a veces puede hacerse interminable y hay que aprovecharlo”. Hércules, en tres etapas, Tenerife o Alavés han sido algunos de sus clubs y curiosamente en la Creu Alta cosechó buenos resultados como visitante, como un 1-2 con el equipo alicantino o el 0-4 del año anterior con los vitorianos. “Parece que se me da bien este estadio, a ver si sigue la racha”, bromeó. A nivel meramente deportivo dijo que “la clave es trazar un plan y acertar. ¿Problemas defensivos? Digamos que es fundamental poner más obstáculos al rival, ser un equipo más incómodo, porque a nivel ofensivo hay buenos argumentos”. No cree que tenga una presión añadida a nivel personal “porque me lo tomo como un reto apasionante y voy a entregarme al máximo para lograr el objetivo”. Este miércoles ya dirigirá la doble sesión programada en Sant Oleguer y la Creu Alta tras no poderlo hacer el martes como inicialmente estaba previsto. El vicepresidente Ignasi Lúquez explicó que “el Consejo, por unanimidad, decidió apostar por Mandiá en la reunión extraordinaria del lunes, pero faltaba la conformidad del presidente y los consejeros japoneses. Como es lógico quisieron meditarlo bien y pasaron unas horas hasta dar luz verde. También influye el tema de la diferencia horaria con el país nipón”, descartando que hubiera diferencias con Sakamoto aunque algunas fuentes señalan que una de las opciones de la vía japonesa al banquillo era el sabadellense Roger García, quien ejerció de segundo con Lluís Carreras. Finalmente hubo consenso y Mandiá tendrá la difícil misión de enderezar el rumbo de un equipo que parece bloqueado anímicamente. “Seguro que recibiremos más golpes, pero es fundamental levantarse y espero transmitir a los jugadores que se puede creer”, subrayó el técnico gallego de 48 años
. Firmó hasta el 30 de junio, sin cláusula de renovación automática en caso de permanencia.
