Una auténtica finalísima. Decía Juan Carlos Mandía que es como ‘una final al cuadrado’. El Sabadell-Tenerife de este miércoles (22h.) en la Creu Alta puede marcar definitivamente el destino arlequinado en esta Liga. Después de las derrotas de Barça B y Osasuna en casa, adquiere todavía mayor trascendencia y se convierte en una oportunidad de oro para acortar diferencias, salir incluso de descenso (a la espera de lo que haga el Racing ante el líder Betis el jueves) y de paso meter en la pomada al propio Tenerife. Prueba de la importancia del choque, Mandiá decidió convocar a sus hombres en el Hotel Urpí de nuestra ciudad para comer y descansar antes de enfilar rumbo al Estadi. Entre ellos están finalmente Juanjo y Collantes, una vez superados sus problemas físicos. Ambos apuntan a la titularidad en un once donde incluso podría mantenerse el joven Pol Roigé si la apuesta es marcadamente ofensiva. El Tenerife de Raúl Agné (quien en su día sacó pecho e indignó a la afición sabadellense
tras ganar 0-5 con el Girona jugando con dos jugadores más) llega como el peor visitante de esta Liga con sólo 8 puntos sumados en los desplazamientos. Pitará Jorge Valdés Oller, del colegio castellano-leonés. Pese al horario intempestivo y la posibilidad de lluvia se espera una buena entrada. Al menos, los fieles arlequinados no fallarán. Ahora falta que tampoco falle el equipo en una semana decisiva para la permanencia pues el sábado visita al Recreativo en Huelva.
