Al límite. El Sabadell afronta el encuentro de este domingo (18h.) en El Molinón ante el Sporting bajo máxima presión. Las estadísticas y sensaciones apuntan al descenso matemático a Segunda B. Se enfrentan el equipo que menos pierde del campeonato y el que menos gana y ofrece peores números como visitante. Todo apunta a final de ciclo. Queda, eso sí, un pequeño margen al milagro. Pasa por el ineludible triunfo arlequinado y esperar
una doble carambola: que ni Osasuna ni Racing ganen sus partidos. En cualquier caso, aún faltaría una segunda parte del milagro en la última jornada. De momento, los hombres de Mandiá se encontrarán un estadio lleno a reventar (no quedan entradas) que tratará de llevar en volandas al conjunto de Pitu Abelardo hacia el ascenso directo. Para ello confían en el tropiezo del Girona… y golear al Sabadell por aquello del ‘average’ general con los gerundenses. Finalmente, Antonio Longás, pese a estar totalmente recuperado, no fue incluido en una lista de convocados donde la principal novedad fue el joven Yeray, probablemente titular ante la ausencia de Juanjo que será operado el martes de la rodilla y estará 6 meses de baja. Repite también Pol Roigé tras renovar dos años (con opción a un tercero) por el Sabadell. Una nueva pieza en la plantilla 15/16 que, salvo milagro, militará en Segunda B. “Por obligación moral y profesional debemos pelear hasta el final y jugar al 120 por cien” fue el mensaje de Mandiá antes de enfilar rumbo, por carretera, hacia Gijón. La vuelta puede ser un funeral y convertir la próxima semana en un infierno ante el cierre liguero frente a Osasuna. A nivel institucional, las duras manifestaciones del director deportivo, José Antonio Gordillo, han enrarecido el ambiente y cabe esperar cuál será la reacción del presidente Keisuke Sakamoto, quien tiene la obligación de viajar a Sabadell para firmar una documentación. Si dará la cara ante los medios y la afición es otra cuestión.
