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Al Sabadell se le escapa el triunfo de forma increíble en el último suspiro en Zaragoza (1-1)

Ver para creer. Lo que pudo ser una goleada favorable se convirtió en un amargo empate para el Sabadell en su debut en la Ciudad Deportiva zaragocista ante el filial maño. Por juego, dominio y oportunidades nadie habría discutido la victoria arlequinada, pero en el fútbol la única ley implacable es el gol. Y en el m. 88 un desafortunado lance, con despeje de Migue hacia su propia portería, propició un empate milagroso para un Deportivo Aragón que no chutó ni una sola vez entre palos. Increíble.

Con la principal novedad de Mario en el once titular en detrimento de Josu-también Adri ‘sentó’ en el banquillo a Marc Martínez-, el conjunto de Toni Seligrat salió con la intención de resolver por la vía rápida. Con máxima intensidad y una presión asfixiante, encerró al filial blanquillo en su área. Fruto de ello, hasta tres ocasiones claras en apenas 13 minutos. El meta Sergio salvó un cabezazo de Pol Moreno en un córner y un mano a mano con Capó tras gran pase de Felipe Sanchón mientras el travesaño escupió un zapatazo de Óscar Rubio. Aunque con el paso de los minutos decreció algo el cerco, también Guillemenot y Mario probaron fortuna sin resultado.

Al descanso la sensación ya era de haber perdonado en demasía. Sin embargo, a la primera de la reanudación llegó el gol. Guillemenot se anticipó en el área local a Leto y el central Adán cometió un penalti de libro, inapelable. Impecable lanzamiento de Felipe Sanchón ajustando el balón hacia el palo izquierdo. El 0-1 dejó groggy al filial maño durante varios minutos. Entonces faltó apuntillar. Y hubo una ocasión propicia cuando una contra iniciada por Mario terminó con pase mortal de Óscar Rubio que dejó a Guillemenot solo y en inmejorable posición. Pero incomprensiblemente chutó con la zurda muy desviado. Se esfumó un 0-2 que habría finiquitado el encuentro.

Ello dio algo de vida a un Aragón que con más entusiasmo que juego se acercó a los dominios de Roberto aunque sin crear apenas peligro. El trabajo defensivo arlequinado volvió a ser impecable. Los cambios ordenados por Seligrat dieron la impresión de debilitar al equipo. Ni Migue ni Josu fueron capaces de desbordar pese a entrar de refresco. También apareció Marc Martínez en plena recta final por un tocado Capó que podría tener una lesión en el abductor.

En cambio, dos de los relevos locales sí fueron determinantes. Un centro de Aparicio sin apenas oposición buscó la cabeza de Rotellar, pero Migue, en su intento por despejar, desvió lo justo el balón hacia su marco superando al sorprendido Roberto. Decepción monumental para la treintena de seguidores sabadellenses que ya festejaban lo que habría sido un indiscutible triunfo arlequinado.

Toni Seligrat lo atribuia a un accidente. ‘De 50 partidos así, te pasa esto una o dos veces como mucho. Es fútbol. La sensación de superioridad fue total, pudimos sentenciar, pero no lo hicimos. Pese al empate pienso que el equipo ha hecho las cosas muy bien, cada vez mejor, también en ataque. Sólo nos faltó acertar. Éste es el camino y hay que seguir’, subrayó.

FICHA TÉCNICA
Aragón: Sergio; Leto, Marcen, Adán, Jesús, Torras, Nieto, Guti (Rotellar, m. 71), Rubio (Jaime, m. 84), Biel y Forcén (Aparicio, m. 77).
Sabadell: Roberto; Oscar Rubio, Pol Moreno, Migue, Dani Gómez, Adri, Ángel Martínez, Capó (Marc Martínez, m. 86), Guillemenot (Migue García, m. 68), Felipe Sanchón y Mario (Josu, m. 76).
Árbitro: David Gálvez Rascón, Comité madrileño. Amonestó a Nieto; Ángel Martínez y Roberto.
Goles: 0-1, min. 48: Felipe Sanchón de penalti; 1-1, min. 88: Migue en propia puerta.
Estadio: Ciudad Deportiva Zaragoza, unos 300 espectadores.

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