No hubo cambio de chip. No sólo eso sino que el Sabadell empeoró su maltrecha trayectoria foránea en la Nueva Condomina con un desastroso encuentro de principio a fin. Cayó por 2-0, pero el marcador pudo ser de escándalo de no ser por la escasa puntería local y algunas intervenciones de Nauzet. Decía Miquel Olmo que iban con mentalidad ambiciosa y ofensiva. A la hora de la verdad la alineación fue un canto al más puro conservadurismo. Situó a Cristian en lugar del lesionado Collantes por banda derecha y recurrió de nuevo a Jesús Olmo por delante de la zaga. Ello desplazó Longás al costado izquierdo donde sufrió un calvario ante Wellington Silva. Se quedaron en el banquillo Sotan y Gato. Pese a tener hasta seis hombres de talante defensivo sobre el campo, el Sabadell ya perdía 1-0 a los 38 segundos. Una pérdida de Olmo y un rebote desafortunado en Carlos Hernández a tiro de Malonga acabó con el balón en la red del sorprendido Nazuet. Otro arranque lamentable, historia que se repite con demasiada frecuencia. Todo el planteamiento de Miquel Olmo se vino abajo. Ya no valía defender. Hasta la media hora no sustituyó a Jesús Olmo entrando Gato, pero el equipo fue una caricatura durante los primeros 45 minutos. Ni un atisbo de reacción. Lo mejor al descanso fue el corto resultado porque el Murcia perdonó lo indecible. A los 57 minutos apareció Sotan y con el once que teóricamente se presumía para plantar cara llegó una tímida respuesta arlequinada. Longás tocó mejor y hubo dos llegadas con sensación de peligro. Casto, sin embargo, sólo tuvo que intervenir para desviar un buen cabezazo de Antonio Hidalgo. Muy poco bagaje. A la contra, el Murcia volvió a fallar mucho hasta que llegó la sentencia de Truyols en acción de estrategia en el m. 85. Poco antes, Edgar fue expulsado con 
roja directa de forma rigurosa. Estuvo sólo 8 minutos sobre el campo. Una tarde horrible, para olvidar rápidamente, y centrarse ya en el difícil choque del próximo domingo ante el Sporting, ahora clave para dar un paso hacia la permanencia, único objetivo real tras el desastre en la Nueva Condomina. En rueda de prensa, Miquel Olmo reconoció que ‘no hay nada que discutir. Esperábamos contrarrestar su juego y llegar al descanso con la portería a cero, pero todo quedó condicionado con el gol al minuto. Asumo mi responsabilidad y si hay que señalar a nadie es a mí’. Aníbal Zurdo lo resumió muy bien: ‘Estuvimos mal y ni jugando otras dos horas hubiéramos marcado’
