La clasificación copera en Murcia supuso un rearme anímico, pero ahora el Sabadell necesita puntos en la Liga. Quiere estrenar su casillero este domingo (17h.) en La Romareda ante un Zaragoza también con problemas de adaptación tras sufrir una enorme transformación a todos los niveles por su grave situación económica. Miquel Olmo asegura que su equipo «no me genera dudas porque entrena muy bien y sólo en un partido no ha estado a la altura». Sin embargo, auguró cambios en el once «porque los resultados así lo exigen y hay jugadores que han ofrecido excelentes prestaciones. Necesito de todos. Tener más opciones es un regalo para el entrenador». Su mayor preocupación es conseguir mayor solvencia defensiva tras encajar 9 goles en tres jornadas. La principal duda es Collantes, quien hasta última hora no se sabrá si está en condiciones de viajar por sus problemas musculares. En cambio, Longás tiene posibilidades de ser titular y Antonio Hidalgo de estrenar convocatoria. Por otra parte, las peñas consiguieron ‘in-extremis’ fletar un autobús y el Sabadell no estará solo en La Romareda. Eso sí, un apoyo muy lejano al de hace unos meses cuando asistieron más de 500 aficionados en plena fiebre por el playoff. Ahora se trata de huir del farolillo rojo de la tabla.
