Sin paliativos. El Sabadell encajó la segunda derrota de la temporada en la Creu Alta después de ofrecer uno de sus peores encuentros. Tiró a la basura todo el primer tiempo y lo pagó muy caro. Irreconocibles, los arlequinados apenas pusieron intensidad en esos 45 minutos iniciales salvo algunas acciones individuales de Marc Fernández, uno de los pocos que se salvaron de la quema general. Un tiro suyo sería el único síntoma de peligro. A los 12 minutos, el Lleida ya se había adelantado con un remate de Colinas a bocajarro que se tragó Craviotto. Además, el capitán Agustín debió retirarse lesionado con molestias en los isquios. Apenas hubo reacción al 0-1. La segunda mitad arrancó con el relevo de Pirulo por Osado, situándose en banda izquierda. Precisamente el recién incorporado pudo empatar en un remate claro en el área, pero le salió flojo y centrado a las manos del meta Crespo. Del posible 1-1 se pasó al 0-2, obra de Urko Arroyo, que agarró un buen disparo sin respuesta de Craviotto. Dos tiros entre palos, dos goles ilerdenses. Máxima efectividad. Esta vez, sin embargo, sí hubo reacción arlequinada. Una falta botada por Batanero directamente sorprendió a Crespo. Renacía la esperanza. Fueron los mejores momentos del Sabadell y, de hecho, consiguió el 2-2 por medio de Pirulo en un gran zurdazo sin apenas ángulo, pero el linier, erróneamente, lo invalidó por un fuera de juego inexistente. Ahí acabó todo. Ni la expulsión del visitante Ekhi, que vio dos amarillas casi consecutivas, permitió salvar un punto. El juego atolodrando arlequinado se estrelló en el muro visitante. Ni una ocasión en los últimos diez minutos de abrumador dominio local. La inefectividad de los delanteros Forgas y después Alex Cortell fue absolut
a. El KO provocó una pitada de la afición y los primeros síntomas de preocupación ante una situación realmente incómoda y con un calendario inminente complicado: Reus y Barcelona B al acecho. Incluso el técnico Miguel Alvarez se mostró muy crítico en rueda de prensa. ‘Quizá hicimos cosas para no perder en la segunda parte, pero debemos competir mejor. No salimos enchufados y regalamos demasiado. No podemos jugar con ese ritmo caribeño del primer tiempo’, lamentó. Incluso amenazó: ‘si algún jugador no puede aguantar la presión, no volverá a jugar. Los 1900 espectadores que han acudido al Estadi merecen algo más y les pido perdón’. Más claro, imposible.
