En el último suspiro. El Sabadell, a base de fe e insistencia, rescató un valiosísimo punto en la Ciudad Deportiva Antonio Puchades gracias a un gol de Txomin Barcina con el tiempo de prolongación prácticamente agotado (m. 95). Fue el justo premio al trabajo, esfuerzo y buen juego de la segunda mitad.
El encuentro tuvo diferentes fases y momentos decisivos que irían cambiando el guión de manera sustancial. La primera media hora fue de absoluto mando ché y ello se reflejó con un 2-0 inapelable, goles de Quim Araujo, de espectacular taconazo, y Fran Villalba con una media volea. El Sabadell estaba groggy. La novedosa defensa de Solivelles, que sentó a titulares habituales como Sergi Pastells, Pol Moreno o Verdú, sufrió lo indecible para frenar la velocidad de Aridai o Nacho Gil.
Sin embargo, el 2-0 no hundió al equipo arlequinado. Sacó su orgullo y el gol de Clausí (quien avisó con un disparo al travesaño) antes del descanso le dio vida. El exmallorquinista cabeceó a la red un centro de Gai Assulin en el segundo palo y rompió una sequía de casi 360 minutos.
La reacción tendría continuidad en la segunda mitad aprovechando el paso atrás de un Valencia Mestalla especulativo. En el m. 63 el choque vivió otro momento clave. Un manotazo de Gregorio en el área tras disparo de Lucas Viale fue sancionado con penalti y segunda amarilla y consiguiente expulsión del defensa local. Pero el lanzamiento de Ian González lo detuvo el meta Sivera, emulando al portero del primer equipo ché Diego Alves. Se evaporaba una ocasión inmejorable de dar un vuelco al partido y tener incluso opciones de victoria con el rival en inferioridad numérica.
Pese al mazazo, lo siguió intentando el Sabadell. Solivelles dio entrada a Verdú y un Txomin Barcina que acabaría siendo el gran protagonista. Buscó el gol de todas las maneras el conjunto de Solivelles, pero volvió a faltar acierto y fortuna, como en un tiro de Verdú que Sivera rechazó con los pies casi sin querer.
Los últimos minutos se convirtieron en una auténtica batalla. El filial ché perdiendo tiempo de manera descarada mientras los banquillos se encaraban. Una absurda acción de Gai Assulin-dio un golpe a Quim Araujo tras ser objeto de falta-supuso su expulsión y también la de Solivelles por dar una patada a una botella de agua. El árbitro lo interpretó como una protesta cuando el técnico mostraba su enfado hacia su propio futbolista.
Sin embargo, de esta falta ejecutada por Jokin Ezquieta en medio campo nació la larga jugada del empate. Hubo un par de rechaces, pero Migue devolvió el balón al área y entre el desconcierto local apareció Txomin Barcina para, solo, empalmar con la zurda a la red entre la euforia incontenible de todos sus compañeros y la desesperación de los jugadores chés que rodearon al colegiado protestando un exceso de prolongación. Se lo habían ganado a pulso.
El Sabadell arañó un punto de oro, pero quizá lo más importante es que demostró tener alma y capacidad de reacción ante una adversa situación con el 2-0. Los jugadores se dejaron la piel 
evidenciando su implicación. Ahora falta confirmar este buen bagaje foráneo en la Creu Alta.
FICHA TÉCNICA
Valencia Mestalla: Sivera; Nacho Vidal, Lato, Javi Jiménez, Ayala, Gregorio, Aridai (Marc, m. 80), Quim Araujo, Rafa Mir, Fran Villalba (Eugeni, m. 64) y Nacho Gil (Jordi Sánchez, m. 73).
Sabadell: Ezkieta; Jordan Sánchez (Sergi Pastells, m. 80), Manu Torres, Lucas Viale, Franquesa, Juanjo, Migue, Adri (Txomin Barcina, m. 75), Ian González, Clausí (Verdú, m. 64) y Gai Assulin.
Árbitro: Ricardo Escudero Marín, Comité castellano-manchego. Amonestó a Ayala, Rafa Mir, Jordan Sánchez, Lucas Viale, Manu Torres, Juanjo, Clausí. Expulsó a Gregorio (doble amarilla, m. 63) y Gai Assulin (roja directa, m. 94). También al técnico Jose Solivelles.
Goles: 1-0, m. 13: Quim Araujo; 2-0, m. 35: Fran Villalba; 2-1, m. 39: Clausí; 2-2, m. 95: Txomin Barcina.
Ciudad Deportiva Antonio Puchades. Unos 600 espectadores.
