Cuando marcaba un gol en la Creu Alta, que fueron muchos, levantaba su brazo derecho y lo dedicaba cariñosamente a su esposa Carmen. Se convirtió en todo un líder. José Luis Garzón Fito nos ha dejado. Adiós a un ‘grande’ de la historia arlequinada. Una cruel enfermedad que arrastraba desde hace tiempo acabó con su enorme resistencia a los 70 años. Este sábado (16h.) se celebrará el acto del sepelio en la sala del Tanatori. Será el momento de despedir a un extraordinario futbolista y una magnífica persona que echó raíces en nuestra ciudad. Tras su retirada se incorporó profesionalmente a Banc Sabadell en el ámbito comercial.
José Luis Garzón Fito, nacido en Valencia, llegó al Centre d’Esports procedente del Ontinyent cuando apenas tenía 22 años. Un joven centrocampista prometedor, con envergadura y calidad. El Sabadell de Rossón y Pasieguito, en plena época dorada en Primera División, se fijó en él y no defraudó, convirtiéndose en pieza fundamental del centro-campo arlequinado en la elite. De hecho, con él en sus filas el Centre d’Esports alcanzó sus cotas más brillantes de la historia: 4º en la liga 68/69 y la participación europea (Copa de Ferias) en el 69 ante el Brujas belga.
El año 68 también fue mágico para él, convocado para los Juegos Olímpicos de México, participando en los partidos ante Japón, Brasil y Nigeria. Se convirtió, junto a Fernando Ortuño, en el único internacional jugando en el Sabadell.
Sus excelentes tres campañas de arlequinado propiciaron su traspaso al Sevilla junto a De Diego. Allí jugó tres años (dos en Segunda) y después recaló en el Sporting Gijón en Primera División.
Con 30 años decidió regresar al Sabadell pese a estar en Tercera División. Su experiencia sería vital en un equipo muy joven, dirigido por su excompañero Pepe Martínez, para conseguir el retorno a Segunda A (aún no existía la 2ªB). Garzón, además, mantuvo su gran poder goleador logrando 16 tantos. De hecho, siempre destacó en esta faceta pese a su posición de centrocampista. Tenía un cañón en la pierna izquierda y solía ser infalible desde el punto de penalti.
Ya en Segunda A, José Luis rindió a pleno rendimiento durante otras dos temporadas hasta completar, entre todas las competiciones, 199 encuentros de arlequinado sumando un total de 60 goles.
