Un total de 224 familias de Torreguitart esperan hace 15 años que el Ayuntamiento repare sus viviendas, con defectos de construcción desde que las edificara la empresa municipal Vimusa a finales de los años 80. El consistorio les ha propuesto que asuman la rehabilitación, valorada en 1,2 millones de euros, con los 88.000 euros que se consignaron en su momento y los afectados se niegan porque lo ven inviable.
«Nosotros solo somos víctimas de la gestión que en su momento se hizo». Así lo declara el presidente de la asociación de vecinos de Torreguitart, Antonio Recio, al explicar la negativa de la entidad a aceptar la propuesta municipal para que los afectados por los desperfectos se hagan cargo de la reparación. Ésta ha sido la última oferta presentada por el equipo de gobierno, que asegura haber «abierto un proceso para encontrar la solución legal más adecuada».
En total, son 224 las viviendas que sufren desperfectos de construcción tanto interiores como exteriores. Recio califica las deficiencias de «graves» y señala algunas estructurales, fachadas con grietas importantes, desprendimientos de balcones o uso de materiales defectuosos, entre otras.
Rehabilitar las tres unidades de edificación que promovió la empresa municipal Vimusa -situadas en la plaza Espanya i avenida Alcalde Moix- supone una inversión de 1,2 millones de euros. Pero la sentencia judicial que dio la razón a los vecinos valoró muy por debajo el coste que las constructoras debían pagar para hacer frente a la reparación.
En concreto, en este caso se asignaron 87.809 euros, explica Recio. «El Ayuntamiento nos ha propuesto darnos el dinero y que nos hagamos cargo porque ellos no tienen fondos suficientes», manifiesta Recio quien considera responsable «de la demora y de la prescripción del tema ante Vimusa» al consistorio.
El presidente de la asociación de vecinos espera que en un plazo breve el Ayuntamiento «asuma su responsabilidad porque es inviable para nosotros hacernos cargos de la reparación».
Los afectados también emprendieron acciones legales que acabaron con sentencias judiciales favorables a los vecinos y que obligaban a las constructoras a pagar la reparación. Se consignaron 534.312 euros para rehabilitar siete bloques, aquellos que padecían los desperfectos más graves, aunque la reparación superó con creces este importe. Según Recio, las obras costaron 2,7 millones de euros y la diferencia la asumió el Ayuntamiento a través de Vimusa que había sido la promotora de las viviendas. Quedaron, por tanto, tres bloques por reparar que todavía esperan una solución.
