Inaudito y escandaloso. Así puede calificarse el atraco a mano armada que sufrió el Sabadell en su visita al Mini Estadi. El colegiado balear Pedro Sureda Cuenca dinamitó todas las opciones arlequinadas de puntuar con una actuación catastrófica que dañó gravemente al conjunto de Miquel Olmo. Fue una auténtica verguenza que provocó la indignación de los más de 500 seguidores sabadellenses desplazados al feudo azulgrana. El partido arrancó de maravilla, con el gol de Kiko Olivas al cabecear un córner botado por Collantes. Era el minuto 9. Sólo 60 segundos después, el propio Kiko era expulsado de forma errónea por el trencilla al entender que había cometido falta y penalti sobre el teatrero Dongou. Nada más lejos de la realidad. La falta existió, de Martí Crespí, un leve agarrón y fuera del área. Kiko ni intervino. El propio Dongou chutó la inexistente pena máxima contra el palo derecho. Pero el Sabadell debió afrontar 80 minutos en inferioridad numérica. Defendió muy bien, con Nauzet espléndido en varias intervenciones. Sin embargo, rebasada la media hora volvió a ‘actuar’ Sureda Cuenca al inventarse otro penalti. Esta vez Joan Román buscó el pie de Martí Crespí para chocar y lanzarse a la piscina. Picó el inefable colegiado isleño y Joan Román batió a Nauzet desde el punto fatídico. No acabó ahí el festival. Al borde del descanso, un descarado empujón de Patric a Tamudo casi en boca de gol no recibió el mismo castigo entre las protestas arlequinadas. En la reanudación, el Sabadell exhibió una excelente colocación y con un supremo esfuerzo físico no sólo mantuvo a raya al filial sino que incluso pudo lograr el 1-2 en un uno contra uno de Collantes que desperdició. La guinda al pastel por parte del colegiado llegó en el m. 25 cuando no quiso ver un derribo clamoroso del meta Ortolá sobre Carlos Hernández al llegar tarde en una salida. Un penalti de libro que pudo acarrear incluso la roja. Del posible 1-2 se pasó al 2-1 al culminar Dongou un centro de Patric, quien pudo arrancar en posible fuera de juego. Lo intentó hasta el final el Sabadell, pero con espacios Adama dio en bandeja a Dongou el 3-1 en el minuto 90. El Sabadell abandonó el césped agradeciendo a su afición el constante respaldo e indignado con Sureda Cuenca, sin duda el causante principal de esta segunda derrota que deja a los arlequinados impuntuados tras dos jornadas y en zona de descenso. Un arbitraje que pasará a los anales de la lista negra de la historia del Centre d’Esports. Miquel Olmo, que fue expulsado por golpear el banquillo, no se mordió la lengua en sala de prensa. ‘Me siento muy perjudicado. Además fueron decisiones tomadas de forma inteligente y descarada. De todas formas, estoy orgulloso de la respuesta y actitud del equipo pese a las adversidades y también de la afición por su apoyo’. La próxima cita será el sábado (19h.) ante el Numancia. En las próximas horas, el club anunciará un fichaje para suplir la vacante de Edgar Hernández. 
