Otra gran decepción. El Sabadell continúa absolutamente negado lejos de la Creu Alta. Esta vez ofreció una preocupante imagen cayendo ante un rival directo, el Racing, que también demostró enormes carencias. Ni adelantándose en el marcador a los 5 minutos gracias al primer penalti de la temporada a favor (ejecutado magníficamente por Collantes) consiguió el equipo de Miquel Olmo encauzar el encuentro. Al Racing le bastaron 9 minutos para voltear el resultado ante las imperdonables facilidades defensivas arlequinadas. Empató Iñaki aprovechando otro agujero negro en el eje de la zaga y Borja Granero situó el 2-1 en acción de estrategia. Incluso el colegiado invalidó un gol legal al Racing que hubiera significado el 3-1 en pleno desconcierto sabadellense. En el segundo tiempo pudo llegar el 2-2 en una doble oportunidad, con tiro de Gato que repelió Mario y Antonio Hidalgo envió alto su disparo con la portería desguarnecida. Sería el único atisbo de reacción. El Racing, bien parapetado atrás, aguantó sin sufrir y en el minuto 70 clavó la puntilla por medio de Koné tras una pésima salida de Nauzet, quien luego evitó el cuarto. Un desastre absoluto de un equipo sin alma ni carácter que propició una mini-reunión de urgencia en el mismo palco del Sardinero entre el vicepresidente Ignasi Lúquez, el director deportivo José Antonio Gordillo y el director general, Xavier Monclús. Sobre el tapete, la enorme preocupación por la situación actual (de nuevo en zona de descenso) y la opción ya real de buscar un revulsivo en el banquillo. Aunque Lúquez aplazó cualquier decisión a la reunión de Consejo, Miquel Olmo se encuentra en el alambre y podría no llegar al partido del próximo sábado ante la UD Las Palmas en la Creu Alta. Tiempos de crisis.
