A medias. Se consumó la lógica eliminación en la Copa del Rey en el Sánchez Pizjuán con una manita (5-1) que dejó un escandaloso 11-2 en el total de la eliminatoria. En el estreno de Àlex García en el banquillo, el Sabadell volvió a ofrecer en Sevilla sus dos caras habituales. La buena imagen de la primera mitad se estropeó luego en 4 minutos funestos en que Iago Aspas firmó otro ‘hat trick’. Casi se repitió la película del choque de ‘ida’. Con la indumentaria verde, el Sabadell cuajó un notable primer tiempo. Ordenado, presionando arriba y tocando con criterio. Sorprendió a un Sevilla excesivamente relajado que sólo dio señales de vida al inicio. Collantes avisó en el 9’ con un tiro que repelió Sergio Rico. El joven meta del filial también se lució ante Aridai y a la tercera, penalti claro de Kolo a Collantes. Éste lo ejecutó de forma impecable. El 0-1 recompensaba el mejor juego arlequinado. Al mismo tiempo hizo reaccionar al Sevilla, que apretó en la recta final del primer período. Gameiro, rozando el fuera de juego, empató y entre el palo y Víctor evitaron el 2-1 antes del descanso. Todo un presagio. Desconexión fatal Esas buenas sensaciones se evaporaron en la segunda mitad. La mayor intensidad local unida a la tremenda desconexión arlequinada de 4 minutos (entre el 13 y 17) condujeron a la goleada. Iago Aspas, como en la Creu Alta, celebró un ‘hat trick’ (vaselina incluida) entre el desconcierto sabadellense. Ahora toca pensar en el trascendente choque liguero del próximo domingo en Alcorcón.
