Una de las notas desagradables que dejó el Sabadell-Leganés del pasado domingo, resultado al margen, fue la expulsión del Estadi, en el descanso, de dos socios acusados de realizar gestos de simbología nazi. Una decisión que no depende del club sino que viene coordinada desde la UCO (Unidad de Control Organización) en cooperación con los Mossos d’Esquadra. Uno de los afectados, Abel Travé, 31 años y 25 como socio arlequinado, mostraba a D.S. su total disconformidad. «Cometen una gran injusticia conmigo porque soy inocente. En ningún momento, y he visto cientos de fotos de nuestra propia afición, realicé ningún tipo de gesto feixista o nazi. Además, van totalmente en contra de mi ideología. Ni se me pasa por la cabeza, nunca en la vida lo haría». Abel lleva muchas temporadas acudiendo al Estadi, habitualmente acompañado de su pareja y su padre. Vienen desde Navàs, donde en su momento incluso se fundó una peña arlequinada. Desde las redes sociales ha recibido gran cantidad de mensajes de apoyo. «Lo agradezco y yo sé que no he hecho lo que dicen. Tengo muchas ganas de ver las imágenes y poder aclararlo».
