Primera final al limbo. El Sabadell sucumbió de forma contundente ante el Barcelona B (1-4) y el fantasma del descenso a Segunda B acecha con fuerza. Ni el retorno de Clerc, sin ritmo, y Aníbal, sin duda el mejor junto a De Navas, sirvió para amarrar una victoria considerada vital. Tampoco estuvo afortunado el técnico Àlex García con un planteamiento marcadamente ofensivo que desprotegió el centro del campo permitiendo al filial azulgrana jugar a sus anchas. La posición de Yeray como central en detrimento de Carlos Hernández sorprendió y propició graves desajustes en el primer cuarto de hora. De Navas, con ayuda del travesaño, evitó el primer mano a mano con Munir, pero en el segundo no perdonó el azulgrana. Se rehizo del golpe el conjunto arlequinado y a base de más corazón que buen juego consiguió forzar varias ocasiones hasta que un centro de Collantes lo cabeceó Aníbal a la red provocando la explosión de júbilo en la grada. La remontada parecía factible. Sin embargo, la esperanza apenas duró tres minutos. Otro grave error defensivo propició el claro penalti de Cristian a Dongou y su expulsión por doble amarilla. El lanzamiento de Sandro casi lo detiene De Navas, pero el balón besó la red. Por si faltaba algo, antes de descanso Halilovic, que jugó a placer, clavó el 1-3 con un tiro ajustado. Pintaba muy negro aunque a los 20 segundos de la reanudación Collantes pudo meter otra vez al Sabadell en el partido en una clarísima ocasión que desbarató el debutante meta Suárez. Del posible 2-3 se pasó al 1-4 definitivo, obra de Dongou tras rifarse a toda la defensa y marcar dentro del área pequeña. El Sabadell estaba roto aunque no tiró la toalla y trató de adecentar el resultado. Pudo lograrlo Aníbal en dos remates que se marcharon fuera y el colegiado se tragó un penalti al propio hispano-mexicano. De Navas evitó la manita en un par de contragolpes de los azulgrana, abroncados por la afición sabadellense que se sintió provocada con los ‘baile’s que siguieron a los goles en la celebración. Un durísimo mazazo que dejará al Sabadell una jornada más como farolillo rojo y a mayor distancia (posiblemente 4 puntos) de la salvación. Álex García admitió que pudo equivocarse en su apuesta y lamentó la acción del penalti y expulsión ‘cuando mejor estábamos’. En la Creu Alta ya corrió el rumor de que podría peligrar su puesto en caso de perder en Los Pajaritos tras sumar una sola victoria en 9 jornadas. El club lo desmintió, pero no se puede descartar nada. En cambio, Eusebio Sacristán salió reforzado. Y eso que en la tribuna estuvieron Jordi Roura, máximo responsable del fútbol base azulgrana actualmente. También vio el partido el extécnico arlequinado Lluís Carreras. En el palco, por cierto, se sentó el presidente Keisuke Sakamoto. De momento, continúan las buenas palabras aunque sin noticias sobre aportaciones económicas importantes. Quedan otras 19 finales.
