Mal estreno del horario matinal. La Creu Alta vio la primera derrota de la temporada ante un Hércules que hizo valer su enorme efectividad y oficio. Por juego, llegadas y ocasiones no mereció caer el conjunto de Miguel Alvarez, pero pagó muy caro dos errores de bulto en momentos, además, decisivos del encuentro. Tras un primer tiempo equilibrado y sin apenas peligro en las dos áreas (excepto un remate a bocajarro del visitante Gallar que solventó Craviotto y un centro-chut de Marc Fernández que puso en apuros a Chema), el cuadro alicantino sacó petróleo en el minuto 45 de una jugada repleta de ingenuidad arlequinada. Bruno quedó tendido en el suelo y nadie supo frenar la contra visitante (se protestó que no lanzaran el balón fuera) que acabó con vaselina de Nieto a la red ante la salida a destiempo del meta local, que se lo puso en bandeja. Un mazazo que, sin embargo, encontró la inmediata respuesta en el primer minuto de la reanudación cuando Marc Fernández, en un vertiginoso contragolpe tras gran pase de Batanero, se plantó en el área y batió de tiro cruzado a Chema. Potencia y perfecta definición. La afición creyó en la remontada y también el Sabadell, que tuvo una excelente oportunidad a renglón seguido para el 2-1. Alex Cortell puso el balón a Bruno y el disparo de éste, flojo y centrado, lo atrapó el meta alicantino. Del éxtasis se pasó a la decepción. Una acción de estrategia sorprendió por completo a la zaga arlequinada y el ‘ex’ Gato, silbado permanentemente por el público local, cabeceó cómodamente a la red una dejada de Gallar, también libre de marca. Entonces sí acusó el golpe el equipo de Miguel Alvarez, groggy durante varios minutos. La entrada de aire fresco, Pirulo y el debutante Cesc Clotet, propició una nueva reacción con un dominio tan intenso como infructuoso. El Hércules ralentizó al máximo el partido con pérdidas de tiempo descaradas y sólo pasó apuros en los compases finales a balón parado. Batanero y sobretodo Agustín, éste con un cabezazo en plancha en la prolongación, acariciaron un empate que al menos mereció el Sabadell. Sin embargo, el balón no entró y se consumó el primer KO liguero en casa, justo el día que se estrenaba el polémico horario matinal. Acudieron 2.123 espectadores según cifras oficiales, unos 250 menos que en el último partido jugado por la tarde, con el agravante que el rival tenía cartel. Continúan las voces críticas en torno a este tema aunque el club parece decidido a mantenerlo con el argumento del ahorro energético. 
