Objetivo cumplido. El Sabadell confirmó su dinámica positiva y enlazó, 14 meses después, dos victorias consecutivas. Tras el 2-0 al colista Llosetense, esta vez superó con solvencia a un At. Baleares que llegaba instalado en playoff y con serias aspiraciones tras su relevo en el banquillo, Ziege por Siviero. Sin embargo, el conjunto arlequinado desarboló al cuadro palmesano en un excelente primer tiempo con un lapsus de 10 minutos que se volvió a pagar caro. Con Yeray por Batanero como única sorpresa en el once, los de Miguel Alvarez recuperaron esa presión arriba que les caracterizó a principio de temporada. Ello dificultó mucho la salida de balón de un rival tosco en su retaguardia. Así nació el 1-0, a los 5 minutos. Bruno apretó, Pirulo recuperó y tras un primer disparo de Marc Fernández que rechazó el meta, éste nada pudo hacer para evitar el posterior tiro de Pol a la red. La alegría, sin embargo, apenas duró otros 5 minutos. Un golpe franco se convirtió en un martirio para la zaga arlequinada y después de un par de rechaces, David Prieto igualó. El tanto afectó a un Sabadell que estuvo perdido durante unos minutos. Anodadado. Incluso el At. Baleares, reactivado, amenazó un par de veces a la contra. Una vez recuperado del mazazo, el juego combinativo del Sabadell volvió a imponerse con llegadas constantes al área visitante. El 2-1 se hizo esperar al alargue del primer tiempo. Tras otra elaborada acción ofensiva, Marc Fernández atinó con un tiro seco y cruzado que sorprendió al cancerbero alemán Pliquett, un auténtico gigante. Fue el justo premio a unos 45 minutos de evidente superioridad sabadellense. En la reanudación ‘reapareció’ la ansiedad en las filas locales. Más precipitación y menos control. Como temeroso
por el apretado marcador, el Sabadell perdió frescura e ideas, propiciando el dominio de un Baleares romo en ataque. Nunca logró inquietar de verdad aunque merodeó el área de un Craviotto muy seguro esta vez. Faltó apuntillar en alguna de las numerosas contras. Se falló en el último pase o el remate. La entrada de Cesc Clotet dio mayor dinamismo y él tuvo una buena opción para el 3-1 que nunca llegó. Se sufrió por inecia, pero se amarraron tres puntos de oro que permitirán un importante salto en la tabla a la espera del último partido del 2015 en Paterna ante el filial ché.
