Totalmente ajeno al definitivo desenlace de la Liga 15/16 de este fin de semana, el Centre d’Esports está enfrascado en encontrar una salida a su delicada situación económica. Ahora se abre la puerta a una flexibilización de la postura de Hacienda. El mayor hándicap se centra en la deuda a corto plazo de un millón de euros con la Agencia Tributaria que debería liquidarse, según los plazos pactados, durante este 2016. Ello se ha convertido en un escollo prácticamente insalvable a la hora de negociar con los diferentes grupos interesados en invertir en el club. Esta postura inflexible por parte de Hacienda podría cambiar, según explicó ayer el propio presidente Antoni Reguant. «Llevamos tiempo dándoles todo tipo de información y conocen perfectamente nuestra situación. Saben que si no encontramos una solución, ellos tampoco cobrarán y ésta es su finalidad. Ahora parece que estarían dispuestos a flexibilizar su postura y establecer unos nuevos plazos, en dos o tres años, para pagar la deuda». Reguant mostró una máxima cautela y en ningún momento admitió que existan negociaciones. «Sólo es un primer paso aunque importante». Si se confirmara, ello podría facilitar las negociaciones que se mantienen con varios grupos. Por otro lado, el club dio a conocer a la plantilla sus intenciones de cara a la próxima temporada aunque todo está condicionado al factor económico. 
