En este 1º de Mayo creo oportuno recordar a mi querido amigo Xavier Vinader, recientemente fallecido.
Mi buen amigo Xavier, hace tiempo que no nos veíamos, pero tengo presente, como muchos, tu testimonio y que, entre tus compromisos, tuviste tiempo para dedicarte en cuerpo y alma a defender todo lo relacionado con el mundo del trabajo. Durante muchos años, escribiste sobre el 1º de Mayo en la prensa local y en la del resto de Catalunya, atento siempre a las informaciones que te proporcionábamos sobre cómo fueron aquellas jornadas.
En una ocasión, recuerdo que estuvimos comentando largamente que muchos militantes obreros de nuestro entorno se han olvidado de esta gran historia, de la historia de lo que ha significado el movimiento obrero en el pasado y en el presente que nos ha tocado vivir.
También marchó de este mundo uno de los compañeros más fieles que has podido tener, Jaume Busqué i Barceló, el cual te ayudó mucho en la recopilación de tus artículos y notas.
Me hubiera gustado, mirando atrás, intercambiar opiniones contigo, pero tu marcha de este mundo me ha privado de lo que sin duda hubiera sido un gran placer para ambos. ¡Cuántas cosas podríamos contarnos sobre aquellos 1º de Mayo y sobre aquellos que estuvimos tras los barrotes de la cárcel Modelo de Barcelona!
También recuerdo que, en otra ocasión, nos dijimos que no perderíamos la esperanza de que aquella situación cambiase, que eran los jóvenes los que debían dar el paso hacia una nueva realidad, algunos de los cuales todavía están entre nosotros y han contribuido a dar el paso; otros desgraciadamente ya han dejado este mundo. La lástima es que nuestra izquierda sigue estando dividida; si no fuese así, otro gallo nos cantaría. Hoy son muchos los jóvenes que, buscando una forma de vivir más dignamente, muchas veces tienen que sufrir grandes riesgos, incluso algunos perdiendo sus vidas. Estoy seguro de que si tú estuvieses entre nosotros hubieses hecho tu crítica, explicando, como siempe hacías, las causas y las consecuencias de este estado de cosas.
Adquirí un ejemplar del libro que presentaste y, sin yo pedirlo, me escribiste una maravillosa dedicatoria: “Al meu company i amic Àlvar, recordant coses de la nostra història”.
Company Xavier, la teva gran tasca en favor de nosaltres els treballadors serà difícil d’oblidar i sempre t’ho agrairem. Tu ja sabies que jo sóc creient i és per això que tinc l’esperança de tornar-nos a veure un dia, tot fent-nos una gran abraçada, juntament amb el nostre amic Jaume Busqué.
De moment, em complau recordar-vos en aquest 1er de Maig del 2015. Ja tinc una edat avançada, 84 anys, em canso molt i ja no podré fer gran cosa, però el vostre record i el d’altres companys de lluita em conforta.
“Company Xavier, la teva gran tasca en favor de nosaltres els treballadors serà difícil d’oblidar i sempre t’ho agrairem”
