Opinió

La cultura en la “cripta”

La denomino así para calificar -de alguna manera- las actividades y creaciones culturales que emanan del pueblo y las disfruta el mismo pueblo. En ella me centraré. Algunos gobiernos las desconocen y/o las menosprecian (“eso pertenece al pueblo bajo”). Hay otros que intentan eliminarla por la simple asfixia económica, como ha sido el caso de Sabadell. Esta cultura es la más necesitada de ayudas gubernativas por medio de subvenciones, para poder desarrollarse. Justo lo contrario de lo que ha hecho el gobierno del P.S.C. En caso contrario, desaparece o languidece, pues se la condena a un voluntarismo temporal. Va dirigida a la gente que no puede gastarse según qué cantidades de dinero en eventos más elitistas.

Pertenezco a dos asociaciones culturales. Una de danza y la otra de carácter literario. Ambas están reconocidas y legalizadas por la Generalitat y el Ayuntamiento de Sabadell. La primera ya habría desaparecido si no hubiera sido por el tesón y el trabajo voluntarista de un grupo de “sufridores”. Se nos han puesto todo tipo de trabas para poder desarrollar nuestra actividad. La más descarada fue el protocolo de más de 20 páginas que debíamos leer y acoplar a nuestra actividad –porque no cuadraba con un estrechísimo corsé que nos aplicaba el Ayuntamiento de Bustos- para tener derecho a una subvención que nos permitiera sobrevivir. No pudimos acceder a ella. Esta argucia es muy vieja: ponen una valla muy difícil de salvar y eso, permite al Gobierno conceder subvenciones “a dedo” a sus acólitos, seguidores y “amiguetes”. Para poder nosotros actuar ¡y desinteresadamente! hemos tenido que recurrir al sistema de cuotas y, así, poder sufragar los gastos –que no eran pocos, para un grupo de amigos- de una actuación en la calle. En varios momentos hemos estado a punto de tirar la toalla.

La otra asociación a la que pertenezco -la literaria- subsistía a base de aportaciones nuestras y alguna subvención del Ayuntamiento –poco generosa- que nos permitía publicar nuestras propias creaciones. Estas subvenciones se cortaron de raíz hace dos años y, lógicamente, hemos tenido que dejar de publicar. Subsistimos a base de voluntarismos que –como se sabe- un día u otro desaparecen.

Estos son sólo dos ejemplos indicativos de por dónde han ido los tiros de la política del “Bustismo” con respecto a esta cultura. Estoy seguro que en estas palabras se sienten reflejados muchos ciudadanos con iniciativas culturales diversas, que han tenido que abandonar y marcharse a casa por no poder sobrevivir a este austericidio-ostracista. El equipo de gobierno de Sabadell ha estado más pendiente del lucro y de colocar amigos y conocidos primero; y de esconder “papeles” y destruir pruebas del caso “Mercurio” después, que de fomentar la creatividad. Nosotros valoramos altamente este capital inacabable e imprescindible. Lo vamos a fomentar.

Ahora llegan elecciones municipales y, como por arte de magia, se les ha encendido ¡plaf! una bombilla a los “amigos” del PSC. Y nos “sorprenden” con 13 (mal número) propuestas que rieguen la sequía intelectual de sus amigos y “convenzan” con ellas a la ciudadanía. ¡Ni una palabra de los barrios! Un gobierno que se atribuya el nombre de izquierdas tiene que tener en cuenta esta enorme riqueza malgastada tan frívolamente por el actual gobierno municipal, guiado por un afán recaudatorio en los centros cívicos, donde han visto más una fuente de ingresos, que de cultura. Un gobierno democrático de izquierdas, debe fomentar la cultura para todos, pero debe tener en cuenta, también, la cultura compensatoria para los más desprotegidos con objeto de estrechar la diferencia que puede haber entre ellos y otras clases sociales más altas. Nosotros sí que lo vamos a fomentar, porque nos anima una voluntad inequívoca de hacerlo. Y porque somos los herederos de quienes lo hicieron antes del “Bustismo”.

“Un gobierno democrático de izquierdas debe fomentar la cultura para todos, pero también la cultura compensatoria para los más desprotegidos”

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