Opinió

Obsolescencia

Un estudio del Instituto Oko y de la Universidad de Bonn da la razón a los que sostienen que los electrodomésticos duran cada vez menos. Son productos efímeros, llamados a pasar por nuestra vida de forma muy fugaz. El promedio de vida útil de la mayoría de dispositivos electrónicos del primer usuario tiende a disminuir de forma paulatina. Las lavadores, lavaplatos, frigoríficos, cocinas y otros aparatos del hogar tienden a ser jubilados, muy a pesar de los usuarios, de forma anticipada.
No está demostrado que los fabricantes hayan decidido acortar deliberadamente la vida útil de los aparatos del hogar. No se ha podido demostrar la intencionalidad, pero parece evidente que la duración es limitada. Pocos niegan que existe una obsolescencia programada, preparada para asegurar un ciclo de reposición progresivamente más corto. En Alemania la Agencia del Medio Ambiente está preparando un plan para garantizar una vida útil mínima para estos aparatos. Por algo será.
Muchos dispositivos tienen una vida útil muy corta, en no pocas ocasiones por la impronta tecnológica. Los televisores de pantalla plana tienen una vida útil promedio de unos 5 años, igual que los ordenadores portátiles, por no hablar de los teléfonos móviles que están sometidos a un brutal proceso de reemplazo. Los centros de recogida de estos productos son testigos mudos de un proceso preocupante desde la perspectiva económica y ecológica.
Casi todo es de usar y tirar. En muchos casos es más barato sustituir que reparar. Basta sumar desplazamiento, horas de trabajo y piezas de repuestos para preferir lo nuevo. Ese es uno de los motores del consumismo.

Comentaris
To Top