Opinió

Los cambios en el PSOE y la alternativa

La clara victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE va más allá de los resultados. Es la expresión de una base que quiere otro rumbo con un mensaje claro hacia Pedro Sánchez, que tiene un mandato y una responsabilidad ante los miles de apoyos que ha tenido. Es una rebelión de las bases cansada de políticas neoliberales, de ver cómo al partido histórico que se llama socialista y obrero lo han ido dinamitando. El grupo de expresidentes, encabezado por Felipe González, han convertido las puertas giratorias en el medio de vivir entre lujos.
Mientras la élite privilegiada mantiene esa vida, las bases del PSOE, mayoritariamente clase trabajadora, son víctimas de las políticas anti-sociales de Rajoy. Esas son las causas de la victoria. La razón de un partido socialistas está en la defensa de su base electoral y su militancia, que no es compatible con facilitar la continuidad del gobierno P.P, que está desmotando progresivamente los derechos sociales y laborales, conquistados por la lucha y sacrificio de millones de personas durante la dictadura y la transición.
Solo hay un camino: que todas las fuerzas políticas y sociales que nos oponemos al proceso de desmantelamiento del estado de bienestar busquemos formas de cooperación y trabajo, para crear una alternativa. Permitir por activa o por pasiva que esta política continúe, contra la mayoría de la sociedad que sufre las consecuencias, se convierten en cómplices, mientras una minoría acumula riquezas en paraísos fiscales, no pagan impuestos y roban derechos a todos los españoles. No se puede mantener en el gobierno un partido corructo.
En estos momentos, es importante que Pedro Sánchez se consolide como líder del PSOE. Para ello necesita salir airoso del congreso que se celebra los días 16,17,18 de junio. Una vez pasados los períodos congresuales, deben explorarse niveles de cooperación entre Unidos Podemos y PSOE, buscando otros aliados que compartan el objetivo de echar al PP y su política. Es necesario articular alternativas viables y posibles, que lleven a un cambio de política económica y social, anulando todas las leyes regresivas del PP. La base social del PSOE y Unidos Podemos la componen clase trabajadora y las capas populares.
Los tiempos necesitan amplias alianzas donde prevalezca lo común y acabar con las políticas de derechas y la troika, que tanto sufrimiento está a creando a millones de personas, condenando a la pobreza a un 30% de los hogares.
Hay que aprender de los errores para construir un objetivo que genere esperanza e ilusión en los sectores de la sociedad más golpeados por esta política y haga creíble la construcción de un proyecto alternativo.
Un proyecto de cambio necesita la participación de los movimientos sociales y sindicatos de clase, para salir victorioso. Las direcciones de los sindicatos, los sindicalistas deben implicarse, ser parte activa del cambio, influir en las organizaciones políticas que hagan posible trabajar y movilizarse con un objetivo común. Los sindicatos deben confrontarse con este gobierno y hacer campaña entre trabajadores y trabajadoras con el fin de recuperar derechos, empleo, salarios dignos, pensiones, un futuro para nuestros hijos y nietos. Para eso es necesario acabar con este gobierno y su política. La clase trabajadora es la víctima principal que sufre las consecuencias y por ello los sindicatos deben implicarse puesto que la política determina la vida de las personas y especialmente la de los trabajadores.

“Deben explorarse niveles de cooperación entre Unidos Podemos y PSOE, buscando otros aliados que compartan el objetivo de echar al PP y su política”

 

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