De entre las muchas malas noticias con que nos asaltan últimamente los medios de comunicación, hay una que considero de suma gravedad y que casi me resisto a creer, pero si lo dicen sus razones tendrán. Se trata del plan, impulsado por la Generalitat y por el Ayuntamiento para combatir el absentismo escolar porque resulta que nada menos que un 9 por ciento de niños y adolescentes de infantil, primaria y ESO no asisten regularmente a clase. Y eso me parece muy grave, tanto para esos alumnos absentistas como para la sociedad en general. ¿Qué futuro laboral les espera, cuando la mayoría de trabajos de hoy -y no digamos ya del futuro- exigen una preparación cada vez más completa? Ese es el camino que conduce a la marginación. Espero que este plan que se anuncia para reducir el absentismo corrija esta alarmante situación y que, si es preciso, se apliquen correctivos a unos padres que o bien son unos inconscientes o no merecen tal nombre.
