– Elisabeth Álvarez –
No hay Navidad sin sorteo de El Gordo. Y las administraciones de lotería lo saben bien. A lo largo de esta semana no han dado abasto para atender a los numerosos clientes que han esperado a última hora para adquirir su décimo en un año en el que las ventas se han incrementado. Se estima que cada sabadellense ha invertido una media de 60 euros en el sorteo de este jueves. Las ventas de décimos del sorteo más tradicional de la Lotería Nacional sufrieron con la crisis un importante descenso. En concreto, el gasto sabadellense en El Gordo se redujo un 50,4 por ciento entre los años 2010 y 2015, según datos de Loterías y Apuestas del Estado. La ciudad pasó de invertir 1.201.125 euros en el 2010 a 595.704 euros del año pasado.
Pero todos los indicios parecen indicar que este año las ventas han empezado a recuperarse. Así lo confirman diferentes administraciones de lotería locales. El gasto medio de los sabadellenses en los llamados juegos activos se sitúa en los 60,70 euros. Coincidiendo con el sorteo de El Gordo, la inversión de cada ciudadano se sitúa entre los 60 y los 80 euros en función de la oficinas de venta.
«Las ventas este año han aumentado bastante y esto creo que podría deberse a que empezamos a salir de la crisis», explica Ángela Fernández, responsable de la administración de lotería número 14 de la carretera de Prats (Creu Alta).
Desde el verano se están vendiendo décimos en las administraciones y, sin embargo, «esta semana todavía viene gente. Estos días tengo cola en la administración», asegura Ángela. A la hora de comprar los décimos los clientes también expresan preferencias. A Ángela ya no le quedan números acabados ni en 5 ni en 7 y en la administración número 9 de la avenida de Barberà (Eixample) Sílvia Roca, empleada, manifiesta que «el 13 está muy buscado pero no sólo para El Gordo también para el resto de sorteos desde junio ya no lo tenemos».
Se cumplen ocho años del Gordo de Navidad del 2008. Aquel día el 32.365 tocó en una administración de Sant Quirze y de paso a los clientes del Bar Sócrates de Can Rull que compraron participaciones o décimos del mencionado número. Juan Carlos Cerrato Casado fue uno de los afortunados. Su papeleta de 5 euros se multiplicó hasta 75.000 euros. «Fue gracias a Alejandra, mi mujer. Días antes del sorteo me quedé con las ganas de comprar un décimo. Un día hablándolo me dijo aquello de ¡Anda que si toca! y compré una papeleta y el resultado ahí está».
