Henkel ha puesto en funcionamiento en Shanghai (China) la mayor fábrica de adhesivos del mundo, que se nutrirá de la experiencia y los conocimientos desarrollados en las diversas filiales de la multinacional, entre ellas la española. La nueva planta, conocida como Dragon Plant, dispone de una superficie de 150.000 metros cuadrados y actuará como la central productiva de adhesivos industriales para China y la región Asia-Pacífico, siendo sus clientes empresas del sector del automóvil y de diversos sectores de bienes de consumo. Henkel ha invertido más de 50 millones de euros en el proyecto, ha creado 600 puestos de trabajo y prevé alcanzar una producción anual que puede llegar a las 428.000 toneladas métricas de adhesivos.